Los jefes del circuito de Hungría, trazado que ha acogido pruebas del calendario de Fórmula 1 desde mediados de los 80, han decidido emprender obras de remodelación en el mismo.

Reemplazar el actual asfalto es algo que ya está en proceso, por lo que las excavadoras han comenzado a despedazar el mismo.

Por increíble que parezca, la mayor parte del circuito data de junio de 1986, que es cuando se construyó y solo unas pocas áreas han sido modernizadas, como la recta de boxes y la última curva.

Hace cuatro años ya se planeó una sustitución completa de la superfície del Hungaroring y, tras la última prueba celebrada en julio, los propietarios decidieron que era momento de emprender cambios.

El plan es quitar entre 3 y 5 centímetros de superfície de pista aunque se cree que la subestructura que yace bajo el asfalto está en buenas condiciones todavía.

Pero habrá más cambios en el trazado, como una trampa de gravilla en la curva 10, una curva rápida a izquierdas, que será también renovada con una escapatoria de asfalto. Además, también se colocarán nuevos dobles bordillos se colocarán en las curvas 4 y 11.

El trabajo de sustitución de la superficíe del trazado se espera que tarde unos cuatro meses en completarse, lo que significa que estará a punto antes del invierno o de la próxima primavera dependiendo de la climatología.

A pesar de todos los planes para remodelar el trazado húngaro anunciados en julio e incluso habiendo recibido reacción positiva de algunos miembros del gobierno local, no se ha dado luz verde al proyecto hasta ahora, el cual se estima que costará unos 80 millones de euros y prácticamente sólo el centro médico no sufrirá cambios.