La actuación de Kimi Raikkonen en Monza, casa de Ferrari, fue bastante buena a lo largo de todo el evento. El finés realizó una buena sesión de entrenamientos, fue capaz de colocar su monoplaza en primera línea, a unas pocas décimas del poleman Lewis Hamilton, hasta que se apagaron los semáforos.

Una mala salida se cruzó en su camino y vio que todo lo que había conseguido se quedó en nada tras llegar al primer giro, un gran decepción tanto para él como para Ferrari y los tifosi, que esperaban de él un gran resultado.

Su compatriota, Mika Hakkinen, reconocía el buen trabajo que había realizado en las últimas carreras, y en Monza en especial. "Fue bonito ver a Kimi tener éxito en la última sesión de calificación, es muy posible que la actitud de Vettel hacia Kimi le esté cambiando lentamente y su ritmo muestra que no es sólo es número dos del equipo", destaca Hakkinen.