El equipo Toro Rosso ha dado un importante cambio de rumbo en la temporada 2015. Tras tener un monoplaza muy orientado a maximizar la velocidad y la tracción de la unidad Renault, que le ofrecía un gran rendimiento en recta pero algo más discreto en paso por curva, su nuevo coche ha supuesto un giro radical. Dejando de lado este área, su objetivo ha sido concentrarse en el rendimiento en curva, teniendo en cuenta las limitaciones de su motorista.

El resultado de este proceso ha sido un enorme avance en el sistema aerodinámico, que se ha traducido en una gran mejora en su rendimiento, y que para Max Verstappen hace que su monoplaza esté a la altura de Mercedes. "Cuando tienes un motor rápido, el chasis mejora porque es más fácil de conducir. No necesitas ir por encima del límite en términos de tracción para tratar de ganar una o dos centésimas que podrías perder en las rectas. Cuando hablamos de velocidad en general, diría que estamos en tercera posición", señala.

Verstappen indica que el menor rendimiento de su motor Renault compromete en gran medida al coche. "Lo compromete todo porque tenemos que sacrificar nuestro punto fuerte, que es la carga aerodinámica, para conseguir mas velocidad del motor y también pierdes rendimiento, lo que es muy difícil para nosotros, especialmente en pistas como Austria o Canadá, ya que no es tan fácil encontrar el equilibrio ahí. Para Mercedes no significa nada si van con más o menos carga, ellos son rápidos en las rectas de igual manera

Pero en general, el debutante considera que su rendimiento está muy próximo al de Red Bull. "Creo que para ellos es más difícil encontrar el punto justo del coche. A lo largo del año, cuando fuimos a pistas que piden más carga aerodinámica fuimos fuertes comparados con Red Bull, a veces hacen una configuración mejor, pero creo que nuestro coche está muy cerca", finaliza.