La noticia saltó la semana pasada. El Grupo de Estrategia llegó a un acuerdo con Bernie Ecclestone para intentar hacer la Fórmula 1 más atractiva en los próximos años. Los primeros cambios llegarán la temporada que viene, pero se espera una auténtica revolución a partir de 2017. Coches mucho más rápidos, el retorno de los repostajes, un aspecto del coche mucho más agresivo y, sobre todo, motores con un mayor número de revoluciones por minuto y un aumento considerable del sonido.

En apenas dos años, o incluso menos, la idea de los motores V6 turbo se ha hundido y, tanto a nivel de espectacularidad como a nivel económico, ha sido un fracaso. Y es que no sólo de espectáculo vive la Fórmula 1. De hecho, lo más destacable que hay que saber, para entender todos estos cambios es que los costes se han duplicado con la llegada de estos motores.

Evidentemente, Ecclestone no puede consentir eso y es por ello que ha decidido cambiar de rumbo su Gran Circo. "Quiero cambiar muchas cosas. Hoy tenemos una fórmula en la que los motores son lo más importante. No creo que la F1 deba tener motores tan complicados", opina el británico.

Por si fuera poco, estos motores nunca se usarían en los coches de calle, por lo que no tiene ningún sentido seguir con esta fórmula, según Ecclestone. "Un amigo mío, al que no voy a nombrar pero que trabaja en un fabricante importante, me dijo que las soluciones técnicas en los híbridos de F1 actuales nunca van a usarse en los coches de calle. Estos motores no ayudan a la F1 de ninguna manera. No ayudan al espectáculo, ni a los equipos para encontrar patrocinadores ni a la inversión. Los equipos están teniendo que pagar mucho más de lo que hacían antes. Por supuesto que es posible usar diferentes motores que sean más baratos, pero con el mismo rendimiento. No obstante, los fabricantes no quieren", critica Ecclestone.