Robert Kubica fue despertado el sábado con un mensaje que a buen seguro el piloto polaco tuvo que leer en varias ocasiones para asegurarse de que era real. Kimi Raikkonen había dado positivo en un test COVID y se había puesto inmediatamente en aislamiento. Alfa Romeo necesitaba un piloto y él era el elegido. Debía disputar el GP de los Países Bajos.

Llamada inesperada

Afortunadamente para Kubica, cuya última temporada de titular en Fórmula 1 fue en 2019 con Williams, el Alfa no le era del todo desconocido. Fruto de su acuerdo con Orlen, el patrocinador, había podido realizar en estos últimos años alguna sesión de entrenamientos libres además de participar en los test de pretemporada, por lo que dentro de lo que cabe, no tenía que aprender las funciones básicas de su vehículo.

Su guerra era otra, la de aprender un circuito que no pisaba desde el año 2003, cuando compitió en el Masters de F3, además sin mucha fortuna, y que había sido remodelado, añadiendo peralte a tres de sus curvas. Un trazado muy físico que pondría al límite su preparación, la de un piloto que acababa de competir en las 24 horas de Le Mans, pero donde quizás la fortaleza física no era la que debería.

Kubica salió a rodar en los libres tres, donde pudo completar 27 vueltas. Solo superado por las 29 de un Tsnuoda que había tenido problemas el viernes. Y de ahí, a la definitiva clasificación. Robert marcó un 1’11’’301, a un segundo y medio del mejor tiempo de Charles Leclerc. Debió haber rebajado un segundo para poder pasar a la Q2, pero su guerra era otra. Y dentro de lo que cabe, logró superar a los dos pilotos de Haas.

En carrera, su trabajo iba a ser complicado. No cometer un solo error en un circuito que no los permite, y tratar de ganar posiciones en la pista donde más difícil resulta adelantar junto a Mónaco o Hungría. Robert evitó todos los incidentes y cruzó línea de meta en decimoquinta posición, justo por detrás de su compañero de equipo y en una posición que mejora las que habitualmente conseguía con Williams en 2019, superando tanto a Nicholas Latifi, que llevaba dos carreras consecutivas en los puntos, como a Mick Schumacher.

“Estoy bastante contento con mi carrera, aunque no ha sido fácil pisar una de las pistas más duras y físicas. La última vez que hice una carrera completa fue hace casi dos años en Abu Dhabi, pero al final fue una buena carrera e incluso tuve algunas batallas divertidas. Probablemente todo el mundo esperaba una carrera caótica, con banderas amarillas, coches de seguridad, pero nada de esto sucedió: igual logré tener una buena pelea con Sebastian Vettel y luego atrapar a Latifi y adelantarlo en la última vuelta, lo cual fue divertido. Teniendo en cuenta la poca preparación que tuve, estoy muy satisfecho con el resultado de la carrera y estoy listo si el equipo me necesita de nuevo.”, aseguró Kubica.

Viaje a Monza

Kimi Raikkonen, quién se encontraba en el hotel aislado sin ningún síntoma, debe arrojar dos resultados negativos para poder competir en el próximo Gran Premio de Italia, algo que no suena fácil en un periodo de apenas cinco días, y más en un evento al sprint, donde ya el viernes hay clasificación. Kubica viajará a Monza, estando al servicio del equipo por si finalmente es necesario.