A mediados del mes de febrero se decidió que, de haber un cambio normativo en la Fórmula 1, sería a partir de la temporada 2017. Sin embargo, pese a que son muchos los que ya piensan en esos nuevos proyectos para dentro de dos años, en Renault no terminan de ver con buenos ojos una nueva gran modificación tras la que han afrontado en 2014.

"Renault preferiría mantener el mismo espíritu en la reglamentación del motor, creemos que es justo ya que llevamos años trabajando en este motor", ha declarado Remi Taffin, jefe de la sección de Fórmula 1 de Renault, quien también sostuvo que resultaría "poco eficiente" pensar en nuevos motores tan pronto.

La preferencia que tiene Renault es la de incrementar el límite de flujo de combustible, un tema que dio muchos quebraderos de cabeza a los equipos a principios de temporada, pero mantener la actual configuración en las unidades de potencia. Sin embargo, lo que se plantean los equipos es intentar volver a los ilustres motores de 1000 caballos de potencia.

"Nuestras preferencias son esas, pero obviamente tendremos en cuenta y debatiremos sobre cualquier propuesta que se ponga encima de la mesa", ha matizado.

Después de ver la actuación de los motores Renault la pasada campaña, era de esperar que la compañía francesa deseara un cambio en las reglas para ponerse a la altura, ya que el sistema actual de 'tokens' limita el desarrollo de las unidades de potencia, sin embargo, Taffin ha dado otro punto de vista.

"Tenemos un plan a medio-largo plazo, unos tres o cuatro años, para poder mejorar nuestros motores, y esto consume gran parte de nuestros esfuerzos actualmente. Sé que han estado planteándose muy en serio este cambio, pero creo que deberían dejarlo en espera y recapacitar", ha concluido.