Nico Rosberg fue duda hasta el último momento para subirse al W06 en la jornada de ayer debido a un problema en el cuello. El piloto alemán tenía una neuralgia, una inflamación de un nervio del cuello. Unas molestias que le impedían pilotar con total normalidad.

Finalmente, Rosberg corrió en la sesión matinal completando un total de 66 vueltas y terminó en sexta posición marcando su mejor crono en 1:25:556. El alemán se resintió de sus fuertes dolores en las cervicales y dio por concluida su jornada al mediodía para no forzar y poder recuperarse de cara a la jornada del domingo. Lewis Hamilton fue el encargado de sustituirlo durante la tarde.

Rosberg explicó al término del segundo día de test en Montmeló que su dolor en el cuello fue causado por su intento de alterar su posición en el cockpit del Mercedes W06, que se cambió durante el invierno. Esta modificación le perjudicó y se vio obligado a volver a su anterior configuración.

"Sé que esa es la causa, mi posición en el coche, lo que me hizo sentir un poco mal. No me di cuenta. Así que debo ser cuidadoso. Todo está bien", explicó el piloto de Mercedes. "Me gusta esta nueva posición, pero no puedo pilotar como me gusta, a mi cuello no le gusta. Lo cambié durante el invierno. Es increíble como el cambio de un par de milímetros, o centímetros en este caso hacen que cambie tanto. Es por la posición de la columna vertebral y las fuerzas G que tenemos que soportar. Tiene que estar todo en orden y asegurarnos de que está todo en su línea y no era cierto. Tendré que acostumbrarme otra vez. Es un poco diferente, no tardaré en acostumbrarme pero es diferente", añadió Nico Rosberg.