La Guerra Fría está establecida en la F1. La normativa sobre la congelación de motores va a estar en el ojo del huracán. Mercedes contra el mundo. Los chicos malos que cumplen las reglas con su motor inalcanzable, no están dispuestos a una posible relajación de la normativa; mientras que el resto de escuderías suspiran por flexibilizar la congelación, tratando de acercarse a los alemanes. De no ser así, se augura paseo militar de Toto Wolff y sus hombres en 2015. La dictadura de Brackley.

Miradas resentidas hacia el garaje de las Flechas Plateadas, y declaraciones en los medios intentando ablandar la rigidez de la FIA. Marco Mattiacci inició el movimiento y otros, como Christian Horner se han unido a él. O lo que es lo mismo, los motores Ferrari y Renault.

"A veces hay que restablecer los intereses propios y hacer lo mejor para el deporte. Nuestra opinión es que no sería mucho más caro, y que no afectará a los clientes. Nuestro déficit de energía respecto a Mercedes es muy grande. Nico Rosberg mostró con su coche en Rusia lo superior que es el paquete", señaló Horner.

Niki Lauda, además de leyenda, es otro de los 'chicos malos' de Brackley que está a favor de cumplir las reglas. Si en Singapur se oponían a suavizar la congelación, las cosas han cambiado. Así lo cree el tricampeón que no se disculpa ante su nueva posición.

"Si realmente se da el caso de que ahora pensamos diferente de lo que hicimos en Singapur, entonces te digo que antes cometimos un error. Hicimos nuestras sumas de nuevo y concluimos que no podemos ofrecer el mismo para todos nuestros clientes, y sobre todo, no al mismo precio, como quiere Bernie (Ecclestone)", apuntó el ex piloto.

Mientras tanto, en Mercedes siguen a lo suyo y celebrando. El desarrollo de la unidad de potencia para 2015, en la que se podrá modificar hasta un 48 por ciento del diseño, ya está en marcha. Omnicorse afirma que en Brackley trabajan junto con Bosch en la actualización de la presión turbo a un máximo de 500 bar. Algo que en 2014 llegaba a un poco más de la mitad de esa cifra. Será difícil conseguir suavizar la norma,con la unanimidad requerida en la Comisión de la F1. El imperio Mercedes no se tambalea…de momento.