Niki Lauda ha querido dejar claro que Lewis Hamilton ha aceptado su derrota del GP de Mónaco tras la batalla presentada dentro y fuera de la pista a su compañero de equipo, Nico Rosberg. El expiloto austriaco ve con buenos ojos la lucha entre compañeros de equipo pero no quiere, bajo ningún concepto, que vaya más allá de la simple tensión en pista.

Mercedes no impondrá ningún tipo de sanción interna a los pilotos tras la imagen ofrecida en el pasado Gran Premio de Mónaco pero seguirá controlando de cerca sus movimiento y abogará por el control tanto dentro como fuera de la pista. Eso sí, Lauda y los suyos parecen seguir dispuestos a no imponer órdenes de equipo en una batalla que puede prolongarse hasta el final de la temporada.

"Lewis ha aceptado ya que Nico ganó en Mónaco y él fue segundo", declaraba en las últimas horas Niki Lauda al periódico Osterreich. "No hay queja de ello. En Montreal volveremos a reunirnos todos otra vez y discutiremos todo con calma, y, después de todo, la lucha por el Campeonato del Mundo continúa con ambos a bordo del mismo coche".

Lauda es consciente de que nuevos enfrentamientos entre ambos pilotos son más que probables, dado que seguirán luchando por un mismo objetivo y dentro del seno de Mercedes. "Tener dos alfas en el mejor coche es algo, por supuesto, complicado. Pero, al menos, hacen las carreras interesantes dada la superioridad de nuestro equipo. Conozco la situación muy bien gracias al señor Prost", asegura el tricampeón en referencia al campeón francés. "Dejamos a nuestros pilotos competir centre ellos sin restricciones porque mientras la tensión es bastante normal, también puede aumentar. Entonces, yo puedo intervenir como mentor".

"Nico fue claramente más rápido en Montecarlo pero, ahora, Lewis hará todo lo posible para devolvérsela; lo cual, por supuesto, es estresante para nosotros", augura Niki Lauda. "Pero para los aficionados y para el deporte no pude haber nada mejor".