Los medios de comunicación recogían, la semana pasada, las palabras de la mánager de Michael Schumacher, Sabine Kehm, afirmando que el siete veces campeón del mundo podía "interactuar con su entorno". Sin embargo, la misma ha sido la responsable de negar estas declaraciones para la publicación italiana La Gazzetta dello Sport.

"Nunca he hablado con esos periodistas, no hemos dicho nada sobre el estado de salud de Michael", aseguró Kehm.

Muchos creen que la gran especulación que está habiendo en torno a la condición del ex piloto de Ferrari y Mercedes es debido a la falta de información que proporciona tanto su familia como su mánager.

"Lentamente, todo el mundo está muy preocupado. Su familia y Grenoble han estado callados semanas. ¿Por qué?", apuntó Roger Benoit, veterano corresponsal del diario alemán Blick en la Fórmula 1.

Otra de las figuras que ha mostrado una preocupación constante por Michael es el ex doctor de la Fórmula 1, Gary Hartstein, que se teme lo peor. Asegura que con un coma de seis meses como el de Michael "sólo unos pocos" pacientes vuelven a recuperar la consciencia.

"No entendería que las personas cercanas a Michael, a pesar de que quieran proteger su privacidad, no le cuenten a sus seguidores nada si hay buenas noticias. Tengo miedo de que nunca tengamos noticias sobre Michael. A estas alturas, me daría miedo ver que su familia sacara un comunicado de prensa", escribió en su blog.