Habían pasado unos meses más tranquilos de lo que el ‘Gran Circo’ acostumbra pero Pirelli comienza a entrar en el ojo del huracán de nuevo. Si en las últimas semanas los de Milán recibían las quejas de, entre otros, ‘Checo’ Pérez al asegurar que los neumáticos duros eran excesivamente duros y complicados de gestionar, ahora le ha tocado el turno al compuesto opuesto de la gama 2014, el superblando.

El neumático rojo de Pirelli hace su debut en temporada en las calles de Mónaco y durante la jornada de ayer, los pilots tuvieron escasos diez minutos para probarlo tras la tromba de agua que encharcó las calles del circuito monegasco antes de los Libres 2. Romain Grosjean ha sido el primero en achacar una falta de agarre extrema a los neumáticos más blandos de la compañía italiana.

"Hoy, el principal problema han sido estos neumáticos de madera", afirmaba, sin cortarse, el francés a ‘RMC’. "En serio, no funcionan nada bien aquí. Estos coches son mucho más complejos pero los neumáticos deslizan muchísimo y no puedes ir muy rápido al llegar a las curvas. Esto lo hace todo más complicado, incluso, que en el pasado, por lo que realmente necesitas concentrarte en no cometer errores. Pilotas al 98% y no puedes apretar al 102% ya que tratas de evitar cometer un error".

Lo cierto es que los silbidos escuchados desde algunos sectores de las gradas en Mónaco en los Libres 2 de ayer deben hacer reflexionar a FOM y FIA acerca de sí facilitan más juegos de neumáticos a los equipos o completan una sesión de hora y media en los últimos treinta minutos. De momento, las sensaciones con los superblandos de Pirelli para esta temporada parecen no ser las mejores.