Iniciamos la fecha de hoy reseñando la disputa de la tercera prueba del Mundial de 1985, la cual se celebraba en Imola el GP de San Marino. En dicha ocasión Elio de Angelis pudo obtener su segunda y última victoria, además de la 74ª para su equipo, Lotus. Sin embargo, quien cruzó la meta primero fue Alain Prost, pero una descalificación posterior por no alcanzar el peso mínimo permitido, le privó de quedarse el trofeo de ganador. También De Angelis recibió esa penalización pero la fortuna le fue favorable y se la retiraron finalmente, pudiendo conservar la victoria.

Sin duda esta prueba estuvo marcada por los múltiples abandonos de los pilotos que luchaban por la victoria, pues hay que destacar que Ayrton Senna lideró toda la carrera hasta que a falta de cuatro vueltas para el final se quedó sin gasolina. El liderato fue a parar para Stefan Johansson, -que corría por primera vez con Ferrari tras la sustitución de René Arnoux-, pero el sueco también vio como se quedaba sin gasolina a falta de tres vueltas, mismo hecho que le ocurriría a Nelson Piquet cuando luchaba por el podio.

Para completar la jugada, Michele Alboreto abandonó cuando rodaba segundo, mientras que Thierry Boutsen se quedó sin gasolina en la última curva de la última vuelta, teniendo que empujar su Arrows hasta la línea de meta para conservar su primer podio. Patrick Tambay finalmente logró su 11º y último podio, mientras que Senna se hizo con su segunda Pole Position y Alboreto con su tercera vuelta rápida.

Años más tarde, en 1996, tuvo lugar la quinta cita del certamen en San Marino, de nuevo en Imola, donde Damon Hill alcanzó su 17º triunfo y el 88º de Williams de forma bastante cómoda. El británico dejó a 17 segundos al Ferrari de Michael Schumacher, que se tuvo que conformar con su 41º podio después de haber obtenido su 11ª Pole Position. Gerhard Berger con su Benetton ocupó el último escalón haciéndose con su 45º podio y el 80º para su escudería. Destacar que Hill sumó su 17ª vuelta rápida a la vez que su compañero, Jacques Villeneuve, se retiraba cuando rodaba dentro de los puntos. Con él no vieron la bandera de cuadros nombres ilustres como David Coulthard o Mika Salo, ambos mientras luchaban por posición de podio.

Para concluir estas líneas sobre este 5 de mayo, tenemos que hacer mención a Duane Carter, quién nació tal día como hoy de 1913 en Fresno, Estados Unidos y falleció el 8 de marzo de 1993 en Indianápolis. Justamente en esa ciudad estadounidense Carter protagonizó la mayor parte de su trayectoria, y es que este piloto americano disputó en ocho ocasiones las 500 Millas de Indianápolis. Todo empezó cuando pasó a disputar carreras de coches pequeños, centradas en varias modalidades nacionales a las cuales superó muy bien, adjudicándose varios campeonatos.

Más adelante pasó a la IndyCar y de allí a correr la Indy 500, que por el entonces formaba parte del calendario del campeonato de Formula 1. Su debut llegó con Stevens en 1950, donde hizo un fin de semana discreto al arrancar en 13ª posición y terminar en la 12ª. Ya en las dos siguientes ediciones destacó más con Deidt y Lesovsky, donde se embolsó el octavo y el cuarto puesto en las pruebas respectivas. Pese a ello su momento de gloria llegó en 1953 con Kurtis Kraft, donde Carter se adjudicó la tercera posición, así logrando su único podio en el automovilismo mundial.

En el 54 alcanzó el cuarto puesto también a los mandos de un Kurtis Kraft, pero a partir de ahí sus resultados disminuyeron, y con Kuzma en el 55 no pasó del 11º puesto. Dejó la competición durante unos años hasta volver en 1959 con Kurtis Kraft de nuevo, logrando un ya más destacado séptimo puesto. En 1960 su estancia en la legendaria prueba terminó, y lo hizo al volante de un Kuzma que situó al final de la carrera en 12º lugar. A partir de ahí Duane siguió en otras disciplinas americanas hasta retirarse definitivamente y ser Director de Competición de la USAC, disciplina americana, donde dejó el cargo en el 59.