El propietario del equipo Lotus, Gerard Lopez, ha analizado la situación actual de su equipo y, aunque los problemas son bien obvios, el luxemburgués considera que se le ha dado demasiada importancia o se ha exagerado demasiado una situación que desde dentro no es tan pesimista.

Según López, si Lotus fuera una empresa como cualquier otra, no se habría armado tal revuelo, por lo que achaca tal exageración al excéntrico mundo de la Fórmula 1.

"Cuando el dinero que esperabas que llegase, llega pero tienes que devolverlo por problemas con el destinatario, causa un retraso en los pagos. Si estás creando un flujo de dinero –como ocurre en cualquier otra compañía- esperas que cierta cantidad de dinero ingrese en tu cuenta en un cierto momento, y cuando esto no ocurre, hay que avisar a la empresa y usar reservas", intentó explicar Lopez. "Si esta fuera una compañía normal, y un cliente no te paga, tendrías un problema y habría que solucionarlo. Pero como esto es F1, se exagera. Probablemente, es menos grave desde dentro que desde lo que se ve fuera", añadió.

¿Y si el bajón inexplicable de rendimiento de Lotus en 2014 no sólo sea culpa de la falta de apoyo económico? Quizá la explicación está guardada en la clave de la falta de personal.

"Sé que hay equipos que funcionan con 700 empleados. Nosotros no, nosotros tenemos 470, lo que es un poco más de la mitad en relación a los otros equipos aquí", confesó mirando el lado positivo de este dato. "Si ves el vaso medio vacío, es como que ‘estos chicos lo han perdido, han perdido mucha gente’, pero si ves el vaso medio lleno, todavía tenemos 150 personas más que la mayoría de equipos aquí. Así que es una cuestión de cómo lo miras", matizó.

Aunque ni la falta de dinero ni la de personal son las únicas variables que han fallado al equipo inglés este 2014 en relación a la pasada temporada, dado que una de las piezas clave del equipo en 2013, Eric Boullier, quien fue el jefe de Lotus, decidió encaminar su carrera en dirección Woking, para unirse a McLaren en esta temporada.

Ante tal baja, en el equipo británico tuvieron que reestructurar a su equipo de responsables repartiendo las labores del francés entre Nick Chester y Alan Permane.

"Lo que hemos hecho ha sido poner a Nick (Chester) y a Alan (Permane) juntos (en el puesto que dejó Boullier), así que ahora hablan directamente sin tener que usar a Eric (Boullier). Añoro a Eric, porque él tenía mi comunicación con el equipo. Pero ahora me dirijo más directamente a Nick y a Alan. Considero que es menos disruptivo de esta forma", finalizó.