Marussia llegó a la Fórmula 1 en 2010 bajo el nombre de Virgin Racing. En esos años, la implantación de un techo presupuestario sonaba lejano. Sin embargo, ante los posibles planes de 2015, Graeme Lowdon se ha pronunciado asegurando que el Gran Circo debería alejarse del músculo económico al que está adherido y buscar ejercer una mayor influencia en el éxito.

"Hemos dicho esto mucho, que la F1 debería ser una prueba de habilidades y no de potencial económico. De esta forma, las personas que lleguen con más cualidades -no importa si destacan por el diseño, la actuación del monoplaza, la estrategia o lo que pueda llegar a hacer el piloto- serán recompensadas", explicó el director deportivo de Marussia.

Así, el británico llamó la atención sobre el hecho de que la estructura actual del deporte, lejos de seguir su ideal de igualdad entre los pilotos de delante y detrás de la parrilla, recompensa al equipo con más dinero.

"Las reglas técnicas, deportivas o económicas que están hechas en el sentido de que haya igualdad entre los que están detrás y delante de la parrilla son buenas para el deporte y sus seguidores, aunque sólo recompensan al mejor equipo, que debería ser el que tuviese más cualidades para ganar y no el más rico", añadió

En busca de cambiar una perspectiva en la que prima el dinero respecto a las cualidades del equipo como conjunto, el de Marussia plantea revisar todas las normas para establecer la equidad en este deporte tan desigual.

"Ha habido un cambio enorme que ha tenido un impacto económico en todos los equipos pero creo que tenemos que revisar la totalidad de las regulaciones, no sólo las del campo financiero en exclusiva o sólo las técnicas o las deportivas. Si hay un paquete que ayude a pilotar en igualdad, entonces el deporte se beneficiará", finalizó.