Red Bull sólo pudo dar 21 vueltas en total durante los cuatro días de pruebas que se celebraron en Jerez, por lo que de momento tiene una desventaja notable frente al resto de escuderías que formarán el Gran Circo en 2014 –excepto Lotus, que no participó de este entrenamiento–.

Caterham, en cambio, logró enfrentar los problemas que les daban los motores Renault y consiguieron pilotar y obtener datos de cara a Bahréin. Gracias a la estrategia del director técnico de la escudería británica, Mark Smith, su equipo logró triplicar el kilometraje de Red Bull.

Smith indicó en unas declaraciones que corrieron riesgos, pero la falta de datos hubiese sido catastrófico: "Éramos conscientes de los riesgos", aseguró Smith, "pero era importante para nosotros volver con una cantidad suficiente de datos para hacer un análisis preciso".

Hasta el año pasado, Toro Rosso montó propulsor Ferrari, pero para la temporada 2014 el 'hermano pequeño' de Red Bull equipa nta también motor Renault, lo que no les ha hecho comenzar con buen pie.

El piloto estrella de la escudería, Jean-Eric Vergne, afirmó que esperaba problemas en Jerez, aunque confía en el proveedor de motores: "Llegué a Jerez y esperaba tener algunas dificultades. Pero esto [la nueva normativa] es una revolución. Creo que la Fórmula 1 moderna no había experimentado algo así antes", indicó el francés.

"Confío en Renault", añadió Vergne a sus declaraciones. "Han ganado todos los campeonatos del mundo en los últimos años y confío en que van a trabajar duro para tener un buen motor", concluyó Jean-Eric.