Toto Wolff ha recalado en Mercedes para conducirles a lo más alto y su filosofía de trabajo, con los cambios que esto supone, pueden no ser bien recibidos por los trabajadores actuales. Algunos de estos hombres llevan inmersos en esta estructura desde que Craig Pollock fundó BAR en 1998 aunque luego haya cambiado su identidad: primero Honda, más tarde Brawn GP y, desde hace cuatro años, Mercedes.

Ahora, con la llegada de Niki Lauda y Toto Wolff al equipo, se busca un lavado de cara en todos los aspectos para llevar al equipo a estar una vez más entre los mejores de la categoría y, para Wolff, uno de los problemas principales es la falta de 'identidad' de las flechas plateadas dentro del equipo de trabajadores. "Estoy intentando hacer que respiren (el espíritu) de nuevo", dijo al Kolner Stadt - Anzeiger. "Habrá algunos que respondan y habrá otros que no lo hagan", advirtió.

Sin embargo, el austríaco negó que esté preparando un 'método Terminator' para llevar a cabo los planes de reorganización que pretende hacer dentro de Mercedes. "No soy un Terminator, pero sería un error si no expresase mis opiniones y, a partir de ahí, tomar un enfoque orientado al éxito de mis acciones".