La gala anual de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) en la que se entregan los trofeos a los mejores pilotos clasificados de las competiciones organizados por la entidad se celebró el pasado viernes en Estambul, Turquía. Aunque la ceremonia transcurrió con normalidad, en las horas previas al evento la organización 'temía' por la no llegada de uno de los máximos protagonistas de la noche, Sebastian Vettel.

El alemán se olvidó su pasaporte y las autoridades aeroportuarias negaron, en un primer momento, su entrada en Turquía. "Vettel, que llegó en avión privado, tuvo que esperar alrededor de una hora en el aeropuerto. Fue tras la intervención de la federación de deporte de motor de Turquía que se le permitió pasar la aduana con un documento sustitutivo", informaron medios de comunicación locales.

El incidente de Vettel no fue el único del día. A su llegada a la ceremonia de la FIA, Kimi Raikkonen generó cierto revuelo protocolario al vestir esmoquin pero sin corbata o pajarita. Desde Lotus restaron importancia a la situación citando en su Twitter al finlandés: "No sigo las normas, las hago".