Durante meses la figura de Felipe Massa ha estado rodeada de polémica. Primero por su bajo rendimiento, que le ha acarreado numerosas críticas, y segundo porque se preveían muy pocas las posibilidades de continuar en Ferrari la próxima temporada.

La escudería italiana, lejos de otorgar apoyo incondicional al brasileño, se ha mostrado evasiva y no ha querido revelar sus cartas hasta el final. Quizá, con el fin de presionarle al máximo y obtener mejores resultados o, por el contrario, buscar alternativas más interesantes en el mercado.

Media parrilla ha sonado como posible compañero de Fernando Alonso, adquiriendo muchas papeletas el nombre de Nico Hulkenberg en las últimas semanas. El representante del piloto de Force India ha reconocido que se mantuvieron conversaciones con la mítica escudería. Paul di Resta, Heikki Kovalainen o Robert Kubica también han formado parte de esta historia. Todos se han quedado con la miel en los labios, incluido un Michael Schumacher que en palabras de Niki Lauda, llamó a la fábrica de Maranello en busca de volante para 2013.

Mención especial merece Sergio Pérez. El mexicano ha sonado insistentemente por su grandes actuaciones y por formar parte de la Academia de Pilotos de Ferrari. Sin embargo, las respuestas tajantes tanto de Luca Montezemolo como de Stefano Domenicalli dan a entender que en ningún momento hubo opciones reales de su fichaje.

El panorama se aclara para Massa, que ahora dispone de todos los condicionantes para demostrar su valía. La baja competitividad del F2012 y la presión de su 'no continuidad' pueden haberle atenazado en la primera parte de la temporada, un inicio plagado de sombras y muy pocas luces. Los 'patinazos' de las cinco primeras citas, donde sólo puntuó en Bahréin, dejaron patente su falta de adaptación al coche y a unos neumáticos Pirelli a los que ha tardado en 'cogerles el punto'.

Su rendimiento subió como la espuma en Mónaco y Silverstone, con un sexto y cuarto puesto que dieron síntomas de recuperación en el brasileño. La mala suerte se cebo con él en Alemania, donde un toque en la primera vuelta comprometió su carrera. El Gran Premio de Hungría terminó sin pena ni gloria, iniciándose a continuación el período vacacional.

El campeonato se reanudó en Spa, donde Massa renace de sus cenizas y nos recuerda aquel piloto sólido que fue en épocas anteriores. Mantuvo a raya a Mark Webber en Bélgica, tuvo un fin de semana brillante en Monza y dejó para 'la galería' el adelantamiento del año a Bruno Senna en Singapur.

Una frase que ya es habitual en el paddock es que el rendimiento real del F2012 lo suele dar el piloto brasileño. En las dos últimas citas, su competitividad ha progresado exponencialmente, realizando la mejor actuación de la temporada en Suzuka y subiéndose a un podio que no tocaba desde hace dos años. En Corea mantuvo un ritmo de carrera similar a Sebastian Vettel, cuidando los neumáticos a la perfección y esquivando el exceso de graining, sobresaliente.

Ahora se enfrenta a dos grandes retos: ayudar a Alonso a conquistar un campeonato inolvidable y dar un nivel acorde a lo se exige en un equipo de la categoría del Cavallino. Su contrato expira a finales de la próxima temporada, con lo que sus actuaciones se seguirán observando con lupa en Maranello.

¿Qué tal le sentará la renovación? El respaldo de todo Ferrari y su compañero de equipo le ponen en una tesitura, la de responder en este momento decisivo. El próximo domingo en India, con el piano 'Massa' de testigo comienza su reválida, suerte Felipe.