Superado el ecuador del mes de agosto y a falta de apenas una semana para que la Fórmula 1 vuelva al trabajo en Bélgica, el futuro de Felipe Massa todavía es una incógnita. Si bien en estos momentos no existe ningún acuerdo oficial, Massa y Ferrari sí han mantenido conversaciones sobre la temporada 2013.

Massa ha afirmado que las charlas sobre el próximo año empezaron "hace mucho tiempo", aunque es cauto y es consciente de que la Scudería todavía podría prescindir de él, hecho por el que no debe dejar nada al azar en los Grandes Premios que faltan para que concluya el campeonato.

"Necesitaré estar preparado y acabar bien las carreras para que mis resultados sean mejores en la segunda mitad del año", reconoció ayer el piloto. "Las conversaciones empezaron hace mucho tiempo, pero hasta que no se llegue a un acuerdo nada cambia".

De hecho, no es la primera vez que Felipe convive con la presión en la F1. "En Sauber me despidieron después de mi primer año. En mi primer año con Ferrari, Kimi Raikkonen ya había firmado y nadie sabía si Michael Schumacher iba a parar o no. Luego podríamos hablar de Valentino Rossi... He pasado por varios tiempos difíciles en mi carrera", comentó en declaraciones a un periódico brasileño.

"Tengo la oportunidad de continuar en Ferrari. Lo que debemos hacer es seguir trabajando en el coche porque (en la F1) nadie hace nada solo. Las próximas carreras son súper importantes para mi futuro, al igual que lo era el principio del campeonato. Estoy concentrado al 100% en mis resultados y creo en lo que so capaz de hacer, lo he hecho muchas veces".

Descolgado completamente de la lucha por la corona, Massa se muestra predispuesto a ayudar a Fernando Alonso en su camino hacia el Mundial. "Si estoy cerca de Alonso o por delante de él haré lo que deba hacer para ayudarle a ganar el Campeonato, eso es lógico".