Hasta hace bien poco se creía que el jefe ejecutivo de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, sería el salvador del infierno verde. Pero cuando se le preguntó si él iba a comprar la pista para evitar su desaparición, respondió tajantemente: "No. No creo que de ninguna manera esté en venta", aseguró al periódico Der Tagesspiegel.

Si Ecclestone no puede o no quiere hacerse cargo de la pista y la inversión privada también parece reticente, parece que sólo quedan las arcas de la administración. Esta vez y según las últimas noticias llegadas desde Alemania, se asegura que el estado de Renania-Palatinado estaría dispuesto a aportar 254 millones de euros para rescatar el circuito y pagar sus deudas, según el periódico Allgemeine Zeitung (FAZ).

Jorg Lindner, jefe de Nurburgring Automotive GmbH, mostró su satisfacción ante la noticia: "Soy muy optimista respecto a que la Fórmula 1 irá a Nurburgring el próximo año". FAZ informa que las negociaciones con los responsables de la categoría reina tendrán lugar este verano. Por su parte, Ecclestone comenta al respecto: "No queremos perder ningún circuito y necesitamos seguir corriendo en Alemania. Haremos todo lo que podamos".

El magnate de la Fórmula 1 se ha mostrado contrariado cuando ha buscado alguna posible alternativa en Alemania y se ha encontrado con situaciones económicas igualmente preocupantes: "Me ha sorprendido que todos los circuitos en Alemania tienen problemas financieros; quizá les han dado su dinero a los griegos", bromea.

El único circuito que parece ser una alternativa sólida sería Hockenheimring, pues el propio Ecclestone asegura que si finalmente el rescate de Nurburgring no es factible, la Fórmula 1 "irá a Hockenheim" en 2013, informaba a Tagesspiegel.