El Gran Premio de Gran Bretaña ha empezado con el pie izquierdo. La intensa lluvia que cayó ayer en Silverstone condicionó la presencia en pista de los monoplazas, mientras que los accesos al circuito se vieron sobrepasados por la afluencia de público.

Miles de aficionados no pudieron llegar a tiempo para presenciar las dos sesiones de entrenamientos libres y, de hecho, aquellos que pudieron hacerlo vieron como los equipos reducían su programa de trabajo debido a la mala meteorología.

El circuito ha recomendado a unos 30.000 aficionados que no vengan hoy al trazado para evitar de este modo un nuevo colapso de las vías de acceso. La administración confía en que todo el público pueda acceder con normalidad al recinto el día de la carrera.

Richard Phillips, el director del Silverstone Circuit, ha anunciado que compensarán económicamente a aquellas personas que se vean afectadas por la situación. "Ofreceremos reembolsos a la gente que no pueda entrar hoy. Toda aquella persona que mañana no pueda entrar también recibirá un reembolso".

Phillips ha emitido un comunicado en el que se ha disculpado con los afectados. "Siento que podría llorar", se lamenta Phillips. "Esto es algo de lo que he estado muy orgulloso durante muchos años; me siento muy responsable de lo sucedido".

La situación podría empeorar. Las malas previsiones meteorológicas afirman que es posible que llueva durante la carrera, un hecho que podría conllevar la cancelación del Gran Premio en caso de que la visibilidad y el estado del asfalto fueran similares a los de ayer. "No me puedo imaginar que nos permitieran correr en estas condiciones", dijo Jenson Button al término de una jornada en la que Bruno Senna y Fernando Alonso acabaron contra el muro por culpa del aquaplaning.

De hecho, la lluvia impidió que Bernie Ecclestone pudiera llegar al recinto con su helicóptero. "Si sigue así, el domingo la visibilidad será cero", apuntó Timo Glock en declaraciones al rotativo alemán Bild. "Nos pasaríamos la mitad de la carrera o toda la prueba entera detrás del Safety Car".

A pesar de que Lewis Hamilton afirmó que parece que "no haya drenaje" en las curvas más rápidas del trazado, la dirección del circuito ha asegurado que la carrera se celebrará. "Hoy (la pista) estaba un poco resbaladiza, pero el drenaje es bastante bueno. Hay un lago fuera (del circuito) que está conectado a distintos puntos del circuito".