A pesar de que el reglamento de este año obligaba a instalar escapes bien por encima de la carrocería para evitar su uso aerodinámico, Red Bull Racing sorprendió en Montmeló con un nuevo concepto que ya es objeto de dudas por medio paddock. Sin embargo, Horner defiende a su equipo: "Estamos contentos por cumplir con el reglamento", asegura a Autosport. E incluso insta a la FIA a realizar una inspección si lo considera necesario.

Red Bull parece nadar cómodamente en la polémica. Las acusaciones han sido numerosas a lo largo de los años, e incluyen supuestos alerones flexibles y controles sobre la altura del monoplaza, hasta los famosos escapes soplados del año pasado que esta temporada ha querido desterrar el delegado técnico de la FIA, Charlie Whiting. Pero no parece haberlo conseguido del todo: RBR ha montado unos escapes ocultos en los pontones que parecen claramente pensados para obtener ventaja aerodinámica. Para Horner es algo lógico en un deporte como la Fórmula 1, donde cada año todos intentan obtener lo máximo de cualquier resquicio legal: "Los escapes todavía son una área virgen en cuanto al desarrollo y, por lo tanto, se centra mucha atención en ellos", asegura a ESPNF1. "Está en la naturaleza de la Fórmula 1 que cuando se abre una oportunidad, los equipos gastarán mucha energía en esa área".

Horner asegura estar tan acostumbrado a la polémica que la echaba de menos: "Si no hubieran protestado me habría decepcionado", bromea. Pero hablando en serio, Horner confía en la legalidad de su monoplaza, y la defiende a capa y espada: "Obviamente creemos que el coche cumple totalmente las regulaciones. Cuando vayamos a Australia no pasaremos mucho tiempo preocupándonos de esto".

La primera carrera del año está a la vuelta de la esquina, y los últimos entrenamientos en Barcelona no fueron tan bien como los días previos para Red Bull. Pero Horner confía en que todo se solucionará para Melbourne: "Tuvimos un molesto problema en la caja de cambios el último día de pruebas con Sebastian Vettel, pero pudimos rodar bastante el día anterior con Mark Webber, y estamos satisfechos con lo que logramos. Así que esperamos con ganas ir a Australia".

Retrasar tanto las pruebas del paquete que llevarán a Australia tuvo su riesgo, aunque también su porqué: "No quisimos sacarlo a la pista demasiado pronto", explica sobre el secretismo necesario para que los rivales no les copien. "Pero al mismo tiempo se quiere rodar para verificarlo. Siempre ha sido un equilibrio entre investigación y desarrollo y ejercicios prácticos. Creo que con suerte este año hemos logrado ese equilibrio". Muy pronto lo sabremos.