Bruno no es Ayrton. Eso ya lo sabemos, incluso cuando publicamos el artículo especial recordando al genio brasileño que nos dejó hace ya años, y quisimos hacerle un guiño a su sobrino. Un guiño que ningún romántico ha podido evitar, aunque sea en silencio, cuando supo que Bruno se subiría a un Williams-Renault en 2012.

El Senna del Siglo XXI es consciente de la importancia de su apellido, y también del dolor que lleva consigo: asegura que la familia se ha recuperado totalmente del triste accidente de Ayrton en el Gran Premio de San Marino de 1994, pero reconoce que el dolor siempre quedará ahí, imborrable. "Es el comienzo de una nueva historia", reconoce Bruno Senna.

Volver a ver el apellido Senna estampado en la carrocería de un Williams-Renault puede ser chocante para el aficionado veterano; pero ¿no lo será más para la propia familia? Bruno nos tranquiliza: "Todo el mundo me pregunta cómo se siente mi familia al llegar a Williams. Pero todos están muy contentos; mi abuelo [el padre de Ayrton], todo el mundo, porque todos han estado trabajando muy duro para que ocurriera. Saben que el equipo es competitivo y con un buen pedigrí. Con suerte volveremos a estar en plena forma juntos".

Desde su debut en Fórmula 1 de la mano de la escudería española Hispania Racing Team (ahora, HRT), en 2010, Bruno ha tenido que lidiar con las críticas que aseguran que está en este negocio por dinero. Ahora Williams le dará una oportunidad para demostrar si están equivocados. Tras pasar por Lotus-Renault, Bruno tendrá en Frank Williams un nuevo socio y aliado para intentarlo. Y es que, aunque han pasado muchos años de las famosas declaraciones de Ayrton ("Si creéis que soy rápido, esperad a ver a mi sobrino Bruno"), mucha gente sigue esperando.

Pero Bruno sonríe y se resigna, porque las palabras de su tío parecen perseguirle a más velocidad de la que hasta ahora ha podido demostrar sobre la pista: "No es presión", asegura. "Por supuesto, Ayrton me tenía en alta estima en los karts, pero ser rápido no es todo lo que un piloto necesita. Un piloto tiene que ser rápido, inteligente, relacionarse y estar en el lugar adecuado en el momento oportuno. Hay muchos factores que propician un piloto con éxito".

Pero la carrera de Bruno tampoco ha sido fácil hasta ahora: cuando Ayrton falleció, Bruno abandonó los circuitos lógicamente impresionado (tenía 11 años). Y no fue hasta diez años después cuando se sintió preparado para volver a agarrar un volante de competición (en 2004, en la Fórmula BMW).

Tras pasar por la Fórmula 3 y la GP2 (subcampeón en 2008), la Fórmula 1 era un paso doloroso pero inevitable. Un paso agridulce donde espera estabilizar definitivamente sus sentimientos y sus habilidades profesionales, que hasta ahora (asegura) han estado dando tumbos: "Llevo en la Fórmula 1 dos años, pero realmente no he corrido dos años. He corrido unas ocho carreras, y todo lo demás ha sido una especie de preparación", asegura. "Las veces en las que he tenido las mismas oportunidades que los demás tipos, y 2008 es un buen ejemplo de esto, estuve ahí. Tuve un par de fines de semana malos, como todo el mundo, pero luché por el campeonato. Ese es mi principal objetivo: tener las mismas oportunidades que los demás, sentarme en el coche y ser competitivo; ganar a los demás contra los que compito".

Sin embargo, a Bruno le seguirán persiguiendo los fantasmas, que algunas veces le han ayudado para firmar contratos (como él mismo ha reconocido) y otras le han hecho sufrir para demostrar su valía, en la que sigue creyendo: "Sé que puedo ser muy competitivo; lo he demostrado en el pasado, e incluso recientemente en un coche Renault. Puedo ser rápido. Esto es sencillo para mí; lo difícil es demostrarle a todo el mundo que puedo ser consistente y ganar carreras. Lo he hecho en la GP2… Así que creo que es la mejor oportunidad para demostrar de lo que estoy hecho".

Pese a que Bruno cree que Williams es su gran oportunidad, "La he estado esperando durante los últimos tres años", afirma, pero quizá sus más allegados no estén en las pistas para verlo: "Mi abuelo no quiso venir en avión a Europa. Mi abuela me visitó un par de veces, pero no fue a ninguna carrera. No estoy seguro de que quiera ir a ninguna carrera. Incluso mi madre no las disfruta particularmente", comenta Bruno. "Mis abuelos nunca han estado en un circuito para verme. Es duro para ellos, y puedo comprenderlo perfectamente", asegura resignado y comprensivo. "Mi madre… me dice a menudo que no le gusta en realidad. Es su elección. Ella me apoya, que es lo que importa".