El año que viene se celebrará por primera vez un Gran Premio en Austin, capital del estado de Texas. Será la primera vez que la Fórmula 1 regrese a Estados Unidos después de la última carrera disputada allí, en 2007, sobre el mítico Indianápolis. Pero para Martin Whitmarsh no es suficiente: "Quizá necesitemos tener dos carreras un año y un mejor programa de mercadotecnia. Tenemos que conquistar América. Tenemos que estar en la coste este y en la costa oeste".

Austin se localiza en el centro de Estados Unidos, al sur, lejos de la costa este de Nueva York y de la oeste de Washington o California. Para Martin, es un inconveniente publicitario y logístico: "Hay un mercado los suficientemente grande e importante como para tener dos carreras, y deberíamos estar allí. No tengo nada en contra de Texas; creo que será una carrera muy exitosa. Pero el interior natural del país para nosotros es la costa este y la costa oeste. Long Beach y alrededores de Nueva York; esos lugares donde vamos a crear interés por la F1".

No es el único que piensa así. Su colega Ross Brawn (jefe del equipo Mercedes) está de acuerdo con el planteamiento de Martin: "Las costas son lugares comerciales y de negocios". Bob Fernley, de Force India, coincide con ellos: "La costa este y la costa oeste son los hogares naturales de la Fórmula 1 en América", concluye.