La FIA ha prohibido el difusor soplado, aunque finalmente lo ha autorizado para el Gran Premio de España, que se celebrará este fin de semana en Montmeló. Después, y con la intención de hacerlo lo antes posibles, la Federación dará por zanjado el tema con una prohibición permanente. Goss, en declaraciones a Autosport, cree que su escudería se verá afectada por ello, aunque aún no calcula en qué medida: "Es difícil decirlo", asegura comedido. "Todos los equipos tienen el mismo riesgo al cambiar los mapas de los motores. Ciertamente los explotaremos".

Goss califica de "revés" la prohibición del difusor, pero confía en que lo sea para todos sus rivales directos: "Estamos trabajando en las últimas directrices de la FIA. Podemos reaccionar a todo lo que digan de forma razonablemente rápida".

En cualquier caso, Goss desconoce los motivos de la FIA para prohibir este elemento aerodinámico que ha ganado a lo largo de los años más peso en el rendimiento del monoplaza: "En el fondo no sé cuál es el motivo. No sé si es una decisión propia o alguien se lo ha pedido", se pregunta Goss