Su aventura en la Fórmula 1 está ahora casi definitivamente acabada. Con 33 años y tras demasiados malos resultados, el japonés no quiere cometer los mismos errores firmando el primer contrato que se le pase por las narices: “Ser competitivo es algo que perdí en las últimas temporadas”, asegura el piloto cuyo último gran premio disputado fue el de España de 2008. “El nombre de la Fórmula 1 estaba ahí, pero no veía que esos coches fueran competitivos”, dice sobre las ofertas que se le presentaron.

El nombre de la Fórmula 1 estaba ahí, pero no veía que esos coches fueran competitivos"

Pero también hubo otras posibilidades. Sato podría hacer corrido en 2010, pero las cosas finalmente se torcieron, para su desgracia: “Siempre he estado muy cerca de Toro Rosso, Lotus y Renault, pero siempre ha sido algo fuera de mi control. Así es la Fórmula 1”.

A pesar de todo, la gasolina sigue corriendo por sus venas. Su estómago le pide velocidad e intenta saciar esa hambre como puede. La IndyCar será este año su panacea. Correrá con el equipo KV: “Sólo quiero pilotar coches rápidos. Usaré mi experiencia y velocidad de la IRL. Uno tiene lo que tiene, y es un coche rápido tipo fórmula. El equipo KV tiene un gran potencial y es fantástico regresar”.

A pesar de las similitudes, la IRL se diferencia radicalmente de la Fórmula 1: todos los equipos usan el mismo coche y los mismos motores. Sato cree que eso le podría dar alguna alegría: “Todo es diferente. Sobre todo una carrera en un circuito oval… Es algo completamente nuevo para mí. Todo el mundo tiene el mismo chasis, el mismo motor, las mismas ruedas… Eso significa que todo el mundo tiene la oportunidad de ganar carreras, algo fantástico desde el punto de vista del piloto”.