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Las distracciones al volante son una de las principales causas de siniestralidad, y una de las más preocupantes ya que se trata de situaciones de despiste donde cualquiera puede verse involucrado, por muy buenos que sean sus hábitos como conductor o su experiencia.
De entre todas esas distracciones posibles, la más notable es la que nos causamos a nosotros mismos si, por la razón que sea, desviamos la atención de la conducción hacia nuestro teléfono móvil. Una mala costumbre que tiene sus raíces en el uso compulsivo que solemos hacer de este dispositivo y que, al volante, puede ocasionarnos un serio perjuicio en forma de accidente.
Para terminar de disuadir a quienes todavía toman su smartphone en las manos mientras manejan su coche (una infracción grave que se sanciona con multa de 200 euros y seis puntos del carné), este breve vídeo (propiedad original del canal de YouTube DashcamDriversGermany) demuestra de una forma gráfica cómo se comporta nuestro cerebro cuando realizamos esta peligrosa acción.
Qué pasa cuando miro el móvil conduciendo
En el vídeo podemos contemplar cómo el anónimo sujeto de prueba inicia su marcha conduciendo como haría cualquiera en un día cualquiera, de camino a casa, al trabajo o al supermercado. Eso sí, cada vez que el personaje baja la cabeza para fijarse en lo que tiene en la mano derecha fuera de cámara (se entiende que es su smartphone), la visión de la dashcam que enfoca la carretera (que representaría, teóricamente, su campo de visión) se funde a negro.
Este fundido a negro representa lo que sucede cuando nuestra atención, que tiene sus límites, se centra en otro punto distinto y alejado del parabrisas: simplemente, la parte del mundo que no estamos viendo desaparece de nuestro cerebro. Mientras, el coche sigue recorriendo metros y metros sin que su conductor perciba lo que ocurre en torno al vehículo, haciendo imposible reaccionar a tiempo si surge un imprevisto.
Dos cosas incompatibles
En consecuencia, al no estar pendiente de la dirección que sigue el volante o la posición del acelerador, no sería nada complicado, por desgracia, que el coche de este distraído protagonista terminara saliéndose de la vía o provocando un atropello o una colisión con otros vehículos. Y todo ello, en un espacio de tiempo que al afectado le parecerá breve, pero que a los mandos de un automóvil en marcha es una peligrosa eternidad, más que suficiente para causar una desgracia.
Miracase Soporte de móvil para coche universal
