Sin duda se trata de una de las operaciones más importantes a tener en cuenta en el mantenimiento de nuestro coche, revisar el nivel del aceite y si es necesario cambiarlo. Para ello, tal y como recomiendan desde Total, es necesario cumplir con los intervalos establecidos por el fabricante, elegir el producto adecuado y prestar atención a la presencia de manchas de lubricante bajo el vehículo, entre otras precauciones.

Si se olvidan estas recomendaciones se pueden producir cinco averías habituales relacionadas con un mal uso del aceite de motor. Los problemas pueden ser muy diversos y las consecuencias, muy costosas. Toma nota:

1.- Gripado del motor: Esta es una de las averías más temidas por conductores de todo el mundo, ya que supone que el propulsor quede inservible y haya más remedio que instalar otro nuevo. De hecho, la factura por esa reparación hará plantearte si merece la pena realizarla o comprarte otro coche.

En este problema tiene mucho que ver el aceite de motor. Si no está en buen estado o no tiene la calidad suficiente, puede generar espumas y grumos que lleguen a obstruir el circuito, además de perder sus propiedades protectoras frente a la fricción.

El sistema de turbo de los motores necesita una lubricación óptima.

Se debe tener en cuenta que, en un motor, los pistones empujan a las bielas que, a su vez, mueven el cigüeñal. Si la lubricación es deficiente, no se podrá evitar que las bielas rocen con el cigüeñal y se puedan llegar a fundir. De esta manera, resultará imposible que el motor se mueva.

Recomendación: Producto de calidad adecuada, según las indicaciones del fabricante, controlar el nivel del aceite y si hace falta rellenar. También hay que verificar si los filtros del aceite se han cambiado.

2.- Gripado del árbol de levas: Los árboles de levas están en la parte alta del motor y se encargan de abrir las válvulas de la culata cuando sea necesario. Estos elementos son especialmente sensibles y necesitan una lubricación correcta con el aceite especificado por el fabricante. Cuando los árboles de levas no llevan casquillos y se apoyan directamente sobre la culata, la falta de lubricación puede causar daños que obliguen a sustituir esta última.

Recomendación: Nivel adecuado de aceite en el depósito y SAE –índice de clasificación de la viscosidad– según indicaciones del fabricante.

3.- Daños en el turbo: Cada vez son más habituales los motores turboalimentados y hay que tener en cuenta la especial sensibilidad de este componente, muy sensible ante una lubricación deficiente, al que tiene mucho que ver con las condiciones en las que trabaja. Normalmente se ve sometido a temperaturas extremas y giros a revoluciones muy elevadas. De hecho, el eje de turbinas puede alcanzar más de 100.000 revoluciones por minuto.

Por eso el turbo de un vehículo necesita lubricantes resistentes a estas características, es decir, que soporten bien el calor extremo y eviten la formación de carbonilla o espumas que puedan provocar pérdidas de presión en el circuito de lubricación. Si este elemento se rompe, no tendrás más remedio que cambiarlo por otro nuevo. Y no resultan baratos, precisamente.

Recomendación: No utilizar nunca un 10W40. Usar productos sintéticos 5W40, 5W30… según las indicaciones del fabricante.

4.- Cadena de distribución: Si tu coche es de los que equipan una cadena de distribución, debes saber que su tensor utiliza el mismo aceite que lubrica al resto del motor. Si no recibe la lubricación adecuada, perderá su capacidad de tensar la cadena. Esto, a su vez, provocará una desincronización del cigüeñal con los árboles de levas y hará que las válvulas choquen con los pistones. El resultado, de nuevo, será un grave daño en el propulsor y una factura desorbitada del taller.

El filtro de partículas de los motores diésel es muy sensible a aceites de motor inadecuados.

Recomendación: Utilizar la calidad de aceite que indique el fabricante, SAE, ACEA –mide la homologación– o norma propia de este. Cambiar filtro de aceite siempre.

5.- Filtro antipartículas: Este elemento que se monta en los coches diésel también es muy sensible a los aceites de motor inadecuados o que han perdido sus propiedades porque llevan demasiado tiempo en funcionamiento. De hecho, los aceites indicados para motores con filtro de partículas deben ser bajos en cenizas, fósforo y azufre para evitar que se obture el filtro y tengas que sustituirlo.

Todos estos problemas se pueden evitar muy fácilmente. Solo es necesario comprar aceites de motor de calidad y adecuados a los requisitos de tu vehículo. Respetar los intervalos de cambio también es una buena manera de sortear costosas averías que pueden dejar tu coche inservible. Y cambiar el filtro de aceite con cada cambio de este.