La policía de Queensland, en Australia, acaba de estrenar uno de los coches patrulla más llamativos y potentes del momento y no se trata de un Ferrari o un Lamborghini, ni siquiera de un BMW. El elegido en cuestión ha sido ¡un Kia! pero en este caso, un flamante Stinger que no va a realizar las funciones de un vehículo de exhibición precisamente.
Nada menos que 50 unidades de este modelo poblarán la flota del cuerpo policial desde este mismo mes hasta diciembre y los planes pasan por elevar esta cifra hasta las 200 si cumple bien con sus nuevas labores de vigilancia.
El Stinger, que destaca por los detalles racing y el colorido de su carrocería, luce también de forma espectacular como coche de policía con los adhesivos azules sobre la carrocería blanca, los espejos retrovisores cromados, las entradas de aire en negro y las luces led de las sirenas policiales que destacan en su techo.
A nivel mecánico, el motor elegido para estas unidades no es otro que el V6 biturbo de 3.3 litros, un gasolina que declara nada menos que 370 caballos y que entrega un par máximo de 510 Nm entre las 1.300 y las 4.000 vueltas. Asociado a un cambio automático de ocho marchas y a un sistema de tracción total, el Stinger de la policía australiana acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 270 km/h. Larga vida a los coches de policía atractivos, ¡y rápidos!
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