Esta semana, Porsche ha encontrado un motivo para montar una fiesta. Y es que el Taycan número 100.000 ya ha salido de su cadena de montaje en Zuffenhausen. La tan señalada unidad, un Taycan Turbo S en color 'Azul Neptuno', se detuvo algo más de lo habitual al final de la línea para inmortalizar el instante en compañía de los trabajadores y directivos de la planta.
Este Taycan, como coche en sí mismo, viajará al Reino Unido para encontrarse con su futuro dueño. Pero ya queda para siempre el hito. El recuerdo de que lo que comenzó en 2019 como una aventura en un terreno nuevo (el de la electricidad) se ha convertido, tres años más tarde, en todo un éxito de ventas.
Un concepto en constante mejora
Además de su triunfo comercial, el Taycan ha logrado trascender su condición de producto, convirtiéndose en la misma visión que Porsche tiene de la automoción eléctrica. Una visión abierta a las evoluciones, como bien refleja la aparición de las carrocerías Cross Turismo y Sport Turismo.
Tanto una como otra variante aportan, sobre la base de la berlina, nuevas interpretaciones que conceden más atención a aspectos como la habitabilidad. O, incluso, juegan a introducir al modelo en la dimensión de los 'crossover' tan popular en nuestros días.
Asimismo, la condición adicional del Taycan como 'coche digital' ha permitido a la firma de Stuttgart llevar el software de sus vehículos a una nueva dimensión que necesita mantenerse siempre al día. En lo que lleva a la venta, este modelo ya ha recibido una larga serie de actualizaciones con funciones novedosas como, por ejemplo, la función de aparcamiento remoto.
¿Y la fiabilidad, qué tal?
También cabe preguntarse si aquellos primeros Taycan producidos han llevado una buena 'vida' en estos tres años. La propia Porsche ha preguntado a algunos de sus propietarios, como los franceses Jean-Hubert Revolon y Guillaume Takvorian, o su propio Jefe de Planificación de Carrocerías Markus Kreutel.
La respuesta no podría haber sido mejor: todos ellos acumulan ya más de 100.000 km recorridos con sus respectivas unidades, sin más problemas que un par de piezas menores como un sensor de la suspensión inteligente o un ventilador ruidoso. Y eso, después de haberse recorrido (en conjunto) prácticamente toda Europa y con una degradación de las baterías ínfima, las cuales todavía conservan aproximadamente el 90% de su capacidad.
Especializado entusiasta en motor, competición, historia y técnica del automóvil. Eterno aprendiz, también, en el novedoso sector de la movilidad sostenible. Licenciado en Periodismo con varios años de experiencia en esto de hablar sobre las cuatro ruedas.
