Las pruebas de arrastre poco a poco van ganando protagonismo en el continente europeo, aunque es difícil que adquieran tanta relevancia como en los Estados Unidos, donde la mayoría de pick-ups cuentan con poderosos propulsores de gasolina y un tamaño muy superior al de sus colegas europeos. Además, existen ciertos modelos que no llegan a cruzar el charco como, por ejemplo, el Ford F-250.
Ford vs. Jeep
El hermano del popular F-150 es uno de los más capaces del mercado y en esta ocasión quiere volver a demostrarlo al medirse al último Jeep en llegar, es decir, el Gladiator. Los chicos de Fast Lane Truck han juntado a esta pareja, desplazándose hasta un entorno nevado para acometer allí un enfrentamiento que despejará las dudas entre ambos modelos.
Teniendo en cuenta que estas dos pick-ups cuestan alrededor de 50.000 euros en los Estados Unidos, decantarse por una u otra se reduce a las necesidades del comprador. Si entre las prioridades se encuentra utilizar el vehículo como un medio de trabajo, entonces el F-250 es la opción más obvia por su mayor capacidad a la hora de remolcar y cargar objetos. Por el contrario, si se prima la diversión, el Gladiator se postula como la mejor alternativa.
Propulsores diferentes
Las diferencias entre ambos también se trasladan a la parte mecánica ya que sus propulsores presentan diferente número de cilindros, cilindrada y especificaciones, aunque los dos utilizan un sistema de tracción en las cuatro ruedas. En el caso del Ford, el encargado de impulsarlo es un enorme bloque V8 de 7.3 litros que genera 430 caballos y un par máximo de 650 Nm. Por su parte, el Jeep utiliza un V6 de 3.6 litros con 285 CV y 350 Nm. La transmisión es automática tanto en uno como en otro.
Con todos los ingredientes puestos sobre la mesa, es fácil pensar que la balanza se inclinará hacia el lado del F-250, aunque en la práctica todo puede cambiar y tal vez nos llevemos alguna sorpresa. ¿Será este el caso? Vamos a descubrirlo.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
