Uno de los momentos más esperados por los entusiastas es escuchar el sonido del motor de ese automóvil que ha acaparado todos los focos en alguna presentación relevante celebrada a lo largo del año. En este 2019 ha habido varios candidatos pero nos quedaremos con el Koenigsegg Jesko, es decir, la última bestia fabricada por la marca sueca, cuyo propulsor ha cobrado vida por primera vez.
Un V8 de 1.600 CV
Gracias a un pequeño vídeo publicado por la propia compañía, podemos disfrutar con la melodía del poderoso motor de ocho cilindros que da vida a uno de los hypercars más deseados y exclusivos del momento, pues solo 125 privilegiados podrán sentir en sus propias carnes el emotivo rugido del Jesko. Para el resto, tendremos que conformarnos con documentos como este, filmado desde lo que parecen ser las instalaciones de Koenigsegg en Suecia.
En él se puede ver al deportivo bastante destripado, pues falta toda la carrocería y las ligeras llantas de 20 y 21 pulgadas, además de los numerosos elementos aerodinámicos que le permiten generar hasta 1.400 kilos de carga a su velocidad máxima. Pero lo más importante para nosotros sí que está presente y no es otra cosa que el corazón V8 turboalimentado de 5.0 litros. Un propulsor que se sitúa como el más potente jamás creado por la entidad con sede en Suecia.
En el vídeo podemos apreciar el sonido del motor al arrancar por primera vez, su ralentí, así como la melodía que desprende al subir de vueltas con suma facilidad, con tan solo pisar el acelerador brevemente. Con una línea roja fijada en las 8.500 rpm y un cigüeñal plano que soporta todos y cada uno de los ocho cilindros, este propulsor arroja sobre el asfalto nada menos que 1.600 caballos de potencia y un par máximo de 1.500 Nm. Aunque no sabemos cuánto tarda en alcanzar los 100 km/h, sí conocemos su velocidad máxima: 482 km/h.
Transmisión sofisticada
Otra increíble pieza de tecnología que se encuentra en el Jesko es la Transmisión de Velocidad Ligera (LST) de nueve velocidades que se ha diseñado con múltiples embragues y no cuenta con los sincronizadores tradicionales. El diseño permite que sea más ligera y eficaz que una caja automática de doble embrague, intercambiando relaciones independientemente de si están o no seguidas, es decir, se podría cambiar de séptima a cuarta sin apenas enterarnos.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
