Si tu coche da tirones cuando quieres acelerar progresivamente o si directamente te impide superar una determinada velocidad en carretera, no lo dudes: tu filtro de partículas está dando problemas, pero tranquilo, muy posiblemente no haga falta que lo lleves al taller. A continuación, te explicamos lo que sucede y sobre todo, cómo solucionarlo.

El filtro de partículas FAP –o DPF–, es el causante de la mayoría de los problemas mecánicos en los coches modernos. Este componente, añadido a posteriori en los motores turbodiésel, pero también en los gasolina para reducir sus niveles medios de emisiones, tiende a generar la mayoría de los quebraderos de cabeza de quienes acuden al mecánico. Eléctricos, híbridos, diésel y gasolina: así contaminan.

El filtro de partículas diésel se debe regenerar

La mayor parte de estas averías se dan en vehículos que se usan normalmente en ciudad (coches pequeños para ciudad), realizando trayectos cortos con numerosas paradas, velocidades bajas y sin acelerones reseñables por parte de sus conductores. Este uso causa que el hollín y otras impurezas se acumule en el filtro de partículas en niveles mucho más elevados de lo deseable, generando un tapón que únicamente el ciclo de limpieza o regeneración que incluyen éstos, es capaz de deshacer. Bueno, solo, solo no.

Nos explicamos: para que la electrónica de tu coche ponga en marcha este programa de limpieza del filtro de partículas, debes circular en la marcha más larga, a velocidades constantes de unos 90 ó 100 km/h y con el motor en torno a las 2.000 vueltas. Así, notarás –en algunos modelos es muy evidente– que el motor se queda sin fuerza, que no te deja rebasar esa velocidad y que está comenzando a echar más humo de la cuenta por el escape. Bien, el filtro se está regenerando gracias a la electrónica que incluye tu coche.

Entonces, si todo va bien, disfrutarás de unos días siguientes en los que notarás el motor más vivo, con respuestas al acelerador más lineales, menos ruido y vibraciones y también, consumos medios más bajos (los coches que consumen menos combustible). Pero si no puedes realizar esta tarea a menudo y quieres asegurarte de limpiar bien el DPF y evitar futuras averías, más graves costosas, lo que tienes que hacer es añadir al depósito de combustible un aditivo específico como estos que te recomendamos a continuación.

Productos que funcionan y ahorran dinero

A menudo, estos productos son la ayuda que necesita tu filtro de partículas para reducir al máximo la suciedad que se acumula en él y para que cuando entre en marcha ese ciclo regenerativo, la eficacia del mismo sea superior. Funcionan. En los casos en los que los que simplemente hayas notado falta de rendimiento del motor de forma puntual o los citados tirones, basta con comprar este tipo de limpiadores como el que te indicamos a continuación.

Liqui Moly 1682504 tapón Bloque 15 mm, 250 ml

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No obstante, en la mayorías de los casos, cuando se te ha encendido el testigo del cuadro de mandos del coche indicando el problema –por ejemplo–, es necesario este otro tipo de producto. Es muy importante vaciar el bote con el depósito de combustible en la reserva y realizar una conducción en carretera abierta y con el motor entre las 2.500 y 3.000 revoluciones el mayor tiempo posible, en un trayecto de al menos 25-30 minutos.

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Soluciones más drásticas

Por último, es importante destacar que en los casos en los que los DPF están más atascados, es posible que tengas que repetir esta operación más de una vez y si no da resultado, no te quedará más remedio que pasar por el taller (los 10 coches que más fueron al taller en 2021). Allí te pueden forzar una regeneración del mismo filtro por la que no te cobrarán más de 100 euros, pero hay otros procesos más laboriosos como inyectar a presión limpiadores químicos, lo que elevaría la factura al doble y como último recurso, siempre queda la sustitución del filtro que con mano de obra, puede alcanzar un precio de entre 1.000 y 1.200 euros.

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta 

Lettermark

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.