La llegada de la segunda generación del Range Rover Sport ha vuelto a remover este segmento de los 4x4 de lujo, una categoría que cada vez presenta tecnologías más avanzadas para mejorar su comportamiento, tanto en asfalto como en campo. Estilo, sofisticación y una imagen imponente, además de pertenecer a marcas de lujo son ya atractivos más que suficientes para convertirlos en vehículos deseables.
El Range Sport aprovecha su construcción integral en aluminio para reducir considerablemente su peso con respecto a su antecesor. El resultado es que con reductora y un completísimo equipamiento pesa ligeramente menos que sus rivales que para igualarse con él en equipo deben añadir numerosas opciones.
Motores V6 Diesel
Es la arquitectura que impera en esta categoría y aquí nuevamente vuelve a destacar el Range, con más potencia que sus rivales a igualdad de cilindrada. Todos tienen un funcionamiento magnífico, suaves, silenciosos, con un empuje magnífico desde muy bajas vueltas y con cambio automático de ocho relaciones que termina de redondear lo equilibrado de su funcionamiento. Lo cierto es que a pesar de la diferencia de potencia las prestaciones son casi idénticas y ‘volante en mano’ inapreciable si uno es capaz de acelerar o recuperar más que otro. En lo que si hay una diferencia es en los consumos reales y aquí la ventaja es para el Mercedes, el más austero y también el que consigue el mejor dato en homologación, además de hacer más fácil acercarse a esos consumos ‘oficiales’ con una conducción cuidadosa, sin necesidad de grandes esfuerzos en circulación normal.
El Mercedes y el Range ofrecen la reductora opcional, mientras que el Porsche ya ni siquiera la puede llevar. Este elemento marca la diferencia para considerarlos como todoterrenos auténticos o unos sofisticados todocaminos. En el Mercedes el paquete On&Offroad; y la suspensión neumática –obligatoria con la reductora– cuestan 4.722 euros; en el Range este paquete, que incluye reductora y bloqueo del diferencial trasero, tiene un precio de 4.730 euros.
Mejor con neumática
El Range es el único que equipa la suspensión neumática de serie –sus rivales la llevan opcional– y es el elemento que marca la diferencia en comportamiento. Además de la comodidad, estos esquemas permiten la posibilidad de regular la altura y dureza, cambiando completamente su forma de comportarse. Si a esto añadimos los diferentes programas de conducción que varían la electrónica, las diferencias entre utilizar uno y otro de esos posibles reglajes es abismal.
En el Mercedes y el Porsche, basta con colocar los sistemas en el modo Sport; sus reacciones son completamente distintas. Las suspensiones bajan ligeramente y se endurecen, además de ofrecer una respuesta más inmediata al acelerador y un tacto más duro de la asistencia de la dirección. Los dos alemanes se vuelven mucho más ágiles, divertidos y duros de suspensión, con un toque casi deportivo pero sin perder comodidad. En el Range es en el que hay menos diferencia si utilizamos el programa Dynamic de su Terrain Response. Se aprecia algo más de dureza en la suspensión y la disminución de la altura libre, pero no es tan acusado como en sus rivales, en parte debido a que sus reglajes son más firmes en todos los programas y a sus grandes ruedas de 21 pulgadas con neumáticos de perfil ultrabajo, espectaculares pero poco adaptados para salir del asfalto.
Precio, ojo con las opciones
El Range es el que tiene el precio más elevado pero con un equipamiento muy completo que incluye de serie elementos como faros xenón, navegador, tapicería de cuero y otros muchos elementos que son opcionales en sus rivales. El Mercedes probado cuesta 80.786 euros, mientras que el Porsche se subía hasta los 93.000 euros. El Range, con reductora y todas las ayudas a la conducción, llega hasta los 96.260 euros.
Precio, equipamiento y ficha técnica del Mercedes ML 350 Bluetec
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