A finales de diciembre llegará a los concesionarios españoles el nuevo R8, en versiones Coupé y Spyder, con motores V8 y V10, potencias de 430 hasta 550 caballos y precios que van entre 137.030 hasta los 199.200 euros para la versión más poderosa, el 5.2 FSI V10 Plus quattro.

En lapresentación del nuevo R8, en el circuito "motero" de Misano, en Italia, el primer vistazo a esta nueva evolución no nos sorprende con grandes diferencias, ni por fuera ni por dentro. La estética permanece casi invariada y continúa dándole su personal silueta a este superdeportivo, que parece agazapado y preparado para saltar en cualquier momento.

Fijándonos mejor en el detalle percibimos una calandra diferente, tomas de aire más abiertas y un logotipo rediseñado para la ocasión. Detrás, vemos que las dobles salidas de escape han sido sustituidas en el V8 por dos monotubos ovales de gran sección, como los que llevaba anteriormente el V10, pintadas en negro en la versión más potente de la gama.

La mirada del deportivo ha cambiado, ahora dotado con faros de tecnología LED, una herencia de los R8 de carreras de resistencia. Y, otro detalle nuevo en las luces, son los intermitentes, que ahora indican la acción de girar por medio de movimientos horizontales en lugar de encenderse y apagarse sin más.

Pero la mayor diferencia con el anterior R8 no se ve.Va escondida en el corazón del monstruo, entre su motor y las cuatro ruedas motrices. Se trata de la nueva caja de cambios S-Tronic de 7 marchas, ofrecida como opción en el V8 y de serie en los V10 de 525 y 550 caballos. Al conducirlo, la diferencia es muy grande. Las brusquedades de la anterior caja R-Tronic de 6 velocidades y un sólo embrague han desaparecido. Y además se ha ganado notablemente en rapidez de cambios y reducciones. Casi parece otro coche, pudiendo aprovechar mejor y de forma más precisa la potencia y elasticidad del fabuloso V10. En carretera y, sobre todo en ciudad, la suavidad del nuevo cambio nos hace olvidar enseguida las asperezas del anterior. Sin embargo, la caja manual de seis velocidades sigue disponible para quien la prefiera en todas las versiones.

En cuanto a prestaciones, el R8 tiene un nuevo techo, con su V10 de 550 caballos y 55,1 kgm, que le permiten un 0 a 100 km/h en 3,5 segundos con 317 km/h de velocidad punta. Mucho en estas prestaciones tiene que ver el peso del coche, 1.570 kilos, aligeramiento conseguido gracias a un mejor aprovechamiento de su construcción ligera en aluminio.

Por lo demás, el R8 puede catalogarse como un coche terriblemente eficaz, tanto en carretera como en circuito. Su potencia, rigidez de chasis, suspensiones regulables, tracción total y frenos de carbono lo convierten en una máquina infalible. Quizás excesivamente neutro en reacciones y sensaciones para quien quiera sentir directamente la velocidad a la que se realmente desplaza.

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