Sólo han pasado tres años desde que Citroën nos sorprendiera con el original C4 Cactus, un vehículo de tamaño compacto al que fue difícil encasillar en una categoría concreta, ya que mezclaba una estética SUV con los atributos de un hatchback convencional. Aunque de esto último tenía más bien poco. Y es que su particular estética y una serie de características únicas, como los Airbump o los faros delanteros divididos, le convirtieron en uno de los modelos más originales del mercado. Ahora, le ha llegado el momento de actualizarse y, aunque en Citroën han decidido respetar sus atributos principales, incorpora una serie de cambios que pueden ser interpretados como un salto de madurez en toda regla.

citroën c4 cactus   vista trasera en estáticopinterest
Citroën//Car and Driver

Basta con echar un vistazo a su exterior para darse cuenta de que ha adoptado una apariencia más seria. Sus líneas son más limpias y gana sobriedad sin perder un ápice de originalidad. Prueba de ello son las 31 combinaciones disponibles para el exterior, con nueve tonalidades diferentes para la carrocería y cuatro paquetes de color que permiten personalizar detalles como el marco que recubre las luces antiniebla.

El C4 Cactus mantiene su originalidad y sigue ofreciendo un gran abanico de opciones para personalizarlo tanto por dentro como por fuera

Asimismo, en la parte delantera encontramos una parrilla de nueva hornada que aporta robustez al conjunto, mientras que la zaga pierde la característica moldura negra para otorgar mayor protagonismo a los dos chevrones y al anagrama de Citroën. Destacan los faros traseros led de mayor anchura, pero lo que más llama la atención es el reposicionamiento de los ya famosos Airbump laterales, que siguen presentes en una posición más baja y de forma más discreta. También mantiene el techo flotante y algunos rasgos de todocamino como las potecciones en la parte baja de la carrocería y los pasos de rueda de plástico negro.

citroën c4 cactus   vista en tres cuartos delanteropinterest
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Pero que nadie se confunda, el C4 Cactus es una berlina compacta –mide 4,17 metros de longitud– y queda patente cuando entramos en su cabina. Los voladizos cortos y el alargamiento de su batalla hasta los 2,60 metros dan lugar a un interior más espacioso. Además de los nuevos acabados que introducen colores inéditos dentro del habitáculo, cambian algunas molduras y se percibe una mayor calidad en los materiales y sus ajustes. De igual manera, el aislamiento acústico ha sido revisado para incrementar el confort a bordo a través de una mayor insonorización.

¿Eso es todo? La respuesta es no, Citroën aprovecha este restyling para introducir en su gama los asientos Advance Comfort. Se trata de unas butacas que emplean un relleno especial para multiplicar la sensación de relax y alcanzar un nivel de comodidad superior. Todavía no las hemos podido probar en marcha, pero sí hemos tenido la oportunidad de sentarnos y comprobar que, a priori, logran su objetivo. Más allá de esto, encontramos la misma configuración interior con dos pantallas, una a modo de panel de instrumentos y otra multifunción de siete pulgadas para controlar el sistema multimedia y otros parámetros como la climatización o el ordenador de a bordo.

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El C4 Cactus vuelve a apostar por las ventanillas traseras ‘de compás’ y por el enorme techo panorámico que repele los rayos ultravioleta y prescinde de cualquier tipo de lona o esterilla.

Estética aparte, el francés también se actualiza en el apartado tecnológico con novedades de gran calado. Además de un completo sistema de infoentretenimiento compatible con Apple Car Play y Android Auto, incorpora hasta 12 ayudas a la conducción. La alerta de cambio involuntario de carril, el asistente de aparcamiento ParkAssit, la detección de objetos en el ángulo muerto, el acceso y arranque manos libres o la frenada de emergencia son algunas de ellas.

citroën c4 cactus   vista del interior con detalle en el sistema apple car playpinterest
Citroën//Car and Driver

En carretera promete ganar dinamismo y multiplicar el nivel de confort con los nuevos amortiguadores con topes hidráulicos progresivos. Estrenados en el C5 Aircross, garantizan una mayor filtración de baches e irregularidades del terreno, al mismo tiempo que disminuyen el rebote de la carrocería en la fase de descompresión. Con esta suspensión, Citroën pretende conseguir un efecto de 'alfombra mágica' similar al que proporcionaba la suspensión hidroneumática en modelos clásicos como el Citroën DS, el GS o el más reciente XM de los años noventa. Los fabricará la compañía KYB y poco a poco serán incorporados en otros modelos de la firma.

Se podrá escoger entre cinco motorizaciones diferentes, dos Diesel y tres gasolina.
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En el apartado de motores encontramos tres mecánicas gasolina y dos turbodiésel. Las primeras arrancan con el PureTech de 82 caballos, disponible únicamente hasta mediados de 2018, y continúan con los PureTech de 110 y 130 caballos, este último con cambio manual de seis velocidades. En Diesel encontramos el conocido 1.6 BlueHDI de 100 caballos, al que se añade el 1.5 BlueHDI de 120 caballos con posibilidad de ir ligado a una transmisión manual de seis velocidades o a la automática EAT6, también disponible para el gasolina de 110 caballos.

Todavía no hay información sobre su precio de venta, pero el nuevo Citroën C4 Cactus llegará a los concesionarios españoles en el primer trimestre de 2018 y será fabricado en la factoría madrileña de Villaverde.