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La historia de BMW, y de cualquier marca en general, no se entendería sin los prototipos. Coches, a fin de cuentas, creados a modo conceptual con el que los equipos de diseño juegan a mostrar las líneas que tendrán los futuros coches de producción. BMW, sin ir más lejos, tiene una historia de showcars espectacular, con coches modernos como el Mille Miglia Coupé Concept, el 3.0 CSL Hommage o el Vision.
Otros directamente son creados única y exclusivamente como show cars, coches de salón para entendernos. Vehículos que demuestran el potencial de la compañía tanto a nivel tecnológico como de imagen. Ese es el caso del AVT que acabamos de conocer. Sí, porque este coche ha estado literalmente guardado en los archivos de BMW y el encargado de hacerlo oficial ha sido Domagoj Dukec, el actual jefe de diseño de BMW.
¿Para qué se creó el BMW AVT?
El AVT, abreviatura de Aerodynamischer VersuchsTräger, “vehículo de pruebas aerodinámico”, es un prototipo desarrollado a modo experimental en 1981 y del que existe muy poca información. Tan poca que, como decíamos anteriormente, ha sido el propio Dukec quien lo ha destapado al buscar en los archivos de la compañía. El mismo diseñador ha dicho de él que es uno de los protos “más misteriosos de la historia de BMW” y lo es por varios motivos.
El más importante es que carecía de funcionalidad como tal porque no rodaba ni tenía interior. Se creó con el propósito de ayudar a mostrar los avances del centro técnico de Ismaning, en el que había un túnel de viento. A nivel de diseño es fácilmente reconocible como un BMW por sus faros y, cómo no, por la ‘riñonada’, aunque en esta ocasión es diminuta. De hecho, hay partes que recuerdan a los míticos Z de los 90, como las formas del capó. Carecía de retrovisores exteriores y las ruedas traseras estaban prácticamente carenadas para mejorar el flujo del aire alrededor del vehículo. La parte trasera adelantaba una tendencia actual y era la de unir la iluminación de lado a lado.
Carlos es periodista experto en coches y automoción con una trayectoria en medios de comunicación de más de 16 años. Aterrizó en Car and Driver en 2007, donde su principal ocupación son las pruebas de producto, que muestra a la audiencia a través de vídeos en Youtube y de extensos análisis en web y papel sobre las últimas novedades presentadas. Como apasionado del motor que es, también le podrás leer entrevistando a diferentes líderes del sector, dándote las últimas noticias relacionadas con la conducción y contándote las curiosidades más sorprendentes de las marcas más punteras.
Su extensa trayectoria también abarca trabajos en otros medios como El Mundo, Coche Actual y AutoScout24, e hizo sus pinitos en televisión en el programa de entrevistas “El Círculo Neox”, emitido en el canal homónimo de Atresmedia. Mucho antes de eso, prácticamente de niño, fue lector de Car and Driver, cuando la cabecera estaba dirigida por el piloto de Fórmula 1 Emilio de Villota, con quien tuvo la suerte de trabajar.
Dentro del grupo editorial Hearst España, Carlos ha escrito las secciones de motor de revistas como Qué Me Dices, Emprendedores y deViajes y, ahora lo hace día a día en Car and Driver y ocasionalmente en Esquire. Si no está en la oficina, lo encontrarás en un avión destino a cualquier parte del mundo con un único fin: conducir la última novedad del mercado, tenga pilas o no. ¡Ah! Y es ferviente defensor de los clásicos, aunque ya no tenga su Volkswagen Golf GTI mk3.
Gracias a su trabajo, ha tenido la suerte de correr con un Mercedes-AMG GT en Laguna Seca y ha hecho sus pinitos como piloto en el mítico Nordschleife a los mandos de un BMW M2. También ha conocido sitios tan exóticos como las montañas de Dhofar en Omán, que recorrió a bordo de un Audi RS 3 Sedán; la espectacular Isla de Vancouver, por la que viajó en un Porsche Panamera Sport Turismo; y las playas de Essaouira gracias al salvaje Ford Ranger Raptor.
