Hace unos días, Opel desvelaba el Rocks-e, su propuesta de cuadriciclo urbano basado en el curioso Citroën Ami. Los dos son básicamente el mismo vehículo y tienen la misma tecnología eléctrica (motor de 8,2 caballos, velocidad máxima de 45 kilómetros/hora y autonomía para 75 kilómetros), aunque las estéticas están bien diferenciadas y adaptadas, en cada caso, a los lenguajes de cada marca.

Esto ha sido una motivación para Lukas Wenzhöfer, un estudiante de la escuela de diseño de la Universidad de Pforzheim, Alemania, que ha tomado la base del Opel más pequeñín de todos para transformarlo en una revolucionario 4x4. “¿Por qué no volverse completamente loco?”, ha dicho Wenzhöfer. Dicho y hecho, porque aunque toma la base del eléctrico Rocks, el E-xtreme, que es como ha sido bautizado, parece más un coche de radiocontrol o un buggy para el desierto.

Rocks E-xtreme, la recreación más atrevida

Los paneles de la carrocería son de lo poco que se respeta del Rocks original, aunque cuenta con una serie de refuerzos en la parte de arriba para dar mayor rigidez al conjunto. Los neumáticos son unos específicos para off road que apenas quedan protegidos por unos pequeños guardabarros. La suspensión cuenta con mucho más recorrido que la de serie y está adaptada para circular por terrenos verdaderamente abruptos. La parte final queda rematada con un gigantesco alerón que en el lateral lleva grabado el nombre del coche y el número de la unidad.

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Car and Driver

Otras modificaciones que se han llevado a cabo en la línea exterior recaen en la iluminación, ahora de led y con unos faros laminados que respetan fielmente la mirada de los últimos Opel, como el Mokka y el nuevo Astra. Además, en el techo, lleva instalados unos proyectores que garantizan un plus de luz en circunstancias poco favorables cuando se practica 4x4.

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Del interior no se ha desvelado nada, aunque imaginamos que también se ha producido una revolución gracias a unos hipotéticos bacquets, volante deportivo e instrumentación específica para la práctica del todoterreno. Wenzhöfer tampoco habla de la parte técnica del E-xtreme y si piensa en una potenciación del motor eléctrico así como un aumento de la capacidad de la pila. Esto sería lo lógico porque si el Rocks-e pesa 471 kilos con un conductor, el E-xtreme debería sobrepasar esa cifra con la preparación que lleva encima.

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El concepto del Rocks E-xtreme se parece a la del Twizy RS F1, un bestial prototipo realizado sobre la base del Twizy que en su día condujo Sebastian Vettel cuando el alemán pertenecía a la escudería Red Bull Racing.

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Carlos García-Alcañiz

Carlos es periodista experto en coches y automoción con una trayectoria en medios de comunicación de más de 16 años. Aterrizó en Car and Driver en 2007, donde su principal ocupación son las pruebas de producto, que muestra a la audiencia a través de vídeos en Youtube y de extensos análisis en web y papel sobre las últimas novedades presentadas. Como apasionado del motor que es, también le podrás leer entrevistando a diferentes líderes del sector, dándote las últimas noticias relacionadas con la conducción y contándote las curiosidades más sorprendentes de las marcas más punteras.

Su extensa trayectoria también abarca trabajos en otros medios como El Mundo, Coche Actual y AutoScout24, e hizo sus pinitos en televisión en el programa de entrevistas “El Círculo Neox”, emitido en el canal homónimo de Atresmedia. Mucho antes de eso, prácticamente de niño, fue lector de Car and Driver, cuando la cabecera estaba dirigida por el piloto de Fórmula 1 Emilio de Villota, con quien tuvo la suerte de trabajar.

Dentro del grupo editorial Hearst España, Carlos ha escrito las secciones de motor de revistas como Qué Me Dices, Emprendedores y deViajes y, ahora lo hace día a día en Car and Driver y ocasionalmente en Esquire. Si no está en la oficina, lo encontrarás en un avión destino a cualquier parte del mundo con un único fin: conducir la última novedad del mercado, tenga pilas o no. ¡Ah! Y es ferviente defensor de los clásicos, aunque ya no tenga su Volkswagen Golf GTI mk3.

Gracias a su trabajo, ha tenido la suerte de correr con un Mercedes-AMG GT en Laguna Seca y ha hecho sus pinitos como piloto en el mítico Nordschleife a los mandos de un BMW M2. También ha conocido sitios tan exóticos como las montañas de Dhofar en Omán, que recorrió a bordo de un Audi RS 3 Sedán; la espectacular Isla de Vancouver, por la que viajó en un Porsche Panamera Sport Turismo; y las playas de Essaouira gracias al salvaje Ford Ranger Raptor.