Quizás en alguna ocasión te has planteado que sucede cuando la policía confisca determinados vehículos pertenecientes a criminales. Muchos permanecerán durante un largo periodo de tiempo en el propio depósito, otros saldrán a subasta con el objetivo de obtener beneficios públicos y el resto pueden adoptar el mismo camino que este Ferrari 458 Spider.
En sus inicios, el deportivo italiano no perteneció a un simple ciudadano adinerado que cometió alguna imprudencia y se quedó sin su preciado automóvil, sino más bien a un mafioso con un pasado bastante turbio. El gobierno, a través de las leyes antimafia del país, confiscó el Ferrari y se lo cedió a los agentes de la Policía de Milán.
Sin embargo, el destino del Spider no parece estar ligado a defender las leyes en las calles de la capital italiana. Los planes de la policía son algo distintos y su intención es presentarlo en distintos eventos con fines educativos para los ciudadanos. Además, su estancia dentro del cuerpo no será muy prolongada ya que el Cavallino Rampante será subastado más adelante y todas las ganancias obtenidas se destinarán a las víctimas del crimen organizado. En este vídeo se muestra con más detalle.
Como es lógico, el vehículo ha recibido las modificaciones pertinentes para convertirse en un coche patrulla. Su tonalidad blanca original recibe la compañía de los colores rojo y verde que se extienden por toda la carrocería, además de las luces reglamentarias correspondientes. En el interior, por su parte, los cambios son pequeños y encontramos una radio específica y los botones para activar las luces y sirenas.
El encargado de impulsar velozmente al deportivo italiano es un V8 atmosférico de 4.5 litros con una potencia de 570 caballos a 9.000 revoluciones y un par máximo de 540 Nm. Todo ello se une a una caja de cambios automática de doble embrague y siete relaciones, la cual transmite la energía a las ruedas traseras.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
