Es coqueto, espacioso y está bien equipado.Desde que en el Salón de Ginebra de 2004, Fiat presentará el prototipo Trepiuno, la firma italiana no ha dejado de recibir elogios por la idea de producir un nuevo Fiat 500 y, tras el lanzamiento del modelo definitivo, los elogios han ido ‘in crecendo’ hasta convertirse en premios tan prestigiosos como el de coche del año en Europa. Pero si las críticas le respetan, en la calle la admiración es mayúscula. Resulta sorprendente circular por los pueblos y ciudades de nuestro país comprobando como la figura de nuestro pequeño vehículo causa admiración y empatía a partes iguales en una sociedad que guarda con especial emotividad el recuerdo del Seat 600, su primo hermano español que movilizó a nuestros padres o abuelos.

Decidimos probar la versión más económica y ecológica del 500, el 1.3 JTD de 75 caballos. El funcionamiento de este motor es satisfactorio y aunque adolece de un par muy escaso a bajo régimen, permite una conducción agradable a partir de las 2.000 vueltas y rinde muy bien hasta las 3.200. El propulsor está asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades, con unas relaciones bien ajustadas. En carretera no presenta inconvenientes, pero en ciudad la marcha atrás tiende a rascar con excesiva frecuencia.

Conducción

Nos disponemos a comprobar las credenciales del bastidor del 500, pero antes de dar paso a los volantazos, las aceleraciones y las deceleraciones de rigor, nos damos un paseo por la ciudad. Resulta agradable maniobrar con este 500 en zonas urbanas. La evolución del sistema ‘City’ de Fiat es favorable y permite aumentar notablemente la asistencia eléctrica de la dirección pulsando un botón. De forma automática, al rebasar los 30 km/h, la dirección recobra la dureza habitual y al volver a bajar la velocidad, disponemos de la misma facilidad para manejar el volante.

En la carretera, las primeras curvas nos asaltan pensando todavía en la dirección y comprobamos que el funcionamiento de ésta fuera de poblado también es correcto, resulta precisa y suficientemente comunicativa. Sin embargo, las primeras irregularidades de la carretera convencional ponen en jaque al chasis de esta versión, con una puesta a punto muy diferente al 500 Sport de 100 caballos y mucho menos satisfactoria. El esquema es el mismo pero la suspensión del Diesel es más blanda, lo que unido al mayor peso del JTD se traduce en una clara tendencia a rebotar en los baches. Una circunstancia que se agrava por la combinación de esta suspensión con unos neumáticos de perfil muy bajo (195/45 R16).

Las llantas de 16 pulgadas son opcionales, 188 euros de más que estarán mejor en el bolsillo.

Con el asfalto en buen estado, el comportamiento del bastidor es correcto, estable y suficientemente eficaz en las zonas reviradas. En la misma línea, los frenos tampoco acusan el paso de los kilómetros y detienen en todo momento a este pequeño de 1.005 kg, a pesar de que en el eje trasero son de tambor.

Seguridad

El amplio equipamiento del 500 puede incluir tanto control de estabilidad ESP, como el de tracción ASR e incluso un sistema de retención para pendientes. En lo referente a seguridad pasiva, dispone de siete airbags de serie y presume de 5 estrellas en los ‘crash-test’ de Euroncap. Prueba superada.

Confort

En el interior el 500 confirma que es un coche especial. Además de resultar espacioso, ergonómico y acogedor, el habitáculo está plagado de detalles decorativos que se pueden personalizar para ir ‘a la última’ y los materiales son de buena calidad. Este ambiente ‘Fashion victim’, aúna algunos guiños al modelo antiguo como el velocímetro o el pomo de la palanca de cambios, con un equipamiento tecnológico excepcional para un coche de su segmento. Por ejemplo, el radio CD con lector de MP3 y entrada auxiliar tipo USB, así como el ambientador o el sistema City son de serie en esta versión que, además, puede incluir climatizador o techo panorámico (practicable o fijo). Los asientos de piel son agradables al tacto, aunque no excesivamente cómodos.

Por lo demás, la visibilidad también es correcta, excepto por el espejo retrovisor interior, debido a que la luneta trasera es algo pequeña, una carencia que suple con dos grandes espejos retrovisores exteriores. A pesar de sus reducidas dimensiones, en las plazas traseras pueden viajar dos personas con un espacio para las piernas más que suficiente, no tanto así para la cabeza.

Ecología

El Diesel de 75 caballos es el 500 más urbano. El 1.3 JTD Multijet es satisfactorio consume poco, incluso en ciudad y en consecuencia es respetuoso con el medio ambiente. Los datos oficiales indican un gasto de combustible de 4,2 litros en régimen mixto y unas emisiones de CO2 de 111 g/km, lo que le permite eludir el gravamen por contaminación. Lo cierto es que con una conducción mesurada los 4,2 l/100km oficiales se pueden incluso rebajar unas décimas hasta los 3,7 sin demasiado esfuerzo, mientras que si extraemos el máximo rendimiento de la mecánica (que tampoco es demasiado) la cifra no supera los 5,1 litros.

Valor de compra

Si observamos detenidamente a sus competidores, caemos en la cuenta de que la mayoría de las marcas apuestan por diseños menos versátiles, de líneas afiladas y vanguardistas, cuyas posibilidades más allá de un uso en ciudad son muy escasas. Pensemos en el Citroën C1, el Peugeot 107 o el Toyota Aygo.

El 500 es un coche más polivalente que estos puesto que al igual que su abuelo, a parte de estar pensado para ser versátil en la ciudad, ofrece una vida a bordo digna. Es un coche de 3,55 metros de largo y 1,65 de ancho que dispone de un espacio generoso para las piernas en las plazas traseras y un maletero que no está nada mal, con 186 litros de capacidad. Es por tanto una opción única, más si cabe si tenemos en cuenta su precio de salida, 10.500 euros, ni comparación con el de un Mini.

Veredicto

El 500 causa furor a la primera vista. Paseamos por la ciudad y comprobamos como algunos llegan al punto de dejar mal aparcados sus enormes Lexus o Mercedes para curiosear en el minucioso interior del pequeño italiano. Ese incalculable poder de seducción es algo único, pero más allá de lo embaucador de su diseño, rescatar el concepto del antiguo 500 hoy en día supone una serie de ventajas prácticas para un utilitario por lo que resulta convincente.

fiat 500e red

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.