Max Verstappen tiene ganas de dar comienzo a la segunda mitad de la temporada 2017. El piloto neerlandés espera dejar atrás la mala fortuna que le ha perseguido en la primera parte del año para obtener mejores resultados en las próximas citas del calendario. Verstappen encara con especial entusiasmo en el Gran Premio de Bélgica, que se disputa en uno de los circuitos favoritos de la mayoría de la parrilla.

“Spa es mi trazado preferido de la temporada. Tiene que salirte todo bien, pero cuando consigues una buena vuelta es muy reconfortante. Hay una buena fluidez en las curvas rápidas y, por supuesto, el mejor momento es Eau Rouge. Subes la cuesta y, incluso cuando es fácil tomarla a fondo con los Fórmula 1 modernos, es una sensación genial cuando el suelo del coche toca el tarmac y se vuelve ligero en la cima. Este año se va a ir un poco más rápido en todas partes con los nuevos coches, por lo que será más desafiante y más divertido”, declaró Verstappen de cara al fin de semana.

El piloto de Red Bull recibirá una motivación extra a lo largo de los tres días de actividad desde las gradas, pues se espera que una gran cantidad de seguidores neerlandeses acudan al circuito de Spa para animar a Verstappen. “Es como mi Gran Premio de casa porque está cerca de al frontera y no hay ninguna carrera en los Países Bajos, así que los aficionados vienen. El año pasado ya había muchas camisetas y banderas naranjas alrededor del trazado y hace que sea aún más especial”, afirmó.

Justo después del Gran Premio de Bélgica, la Fórmula 1 viajará a Monza para disputar la cita de Italia. A pesar de que las altas velocidades del trazado no benefician a Red Bull, Verstappen espera la llegada de la carrera. Quizás no sea el circuito más positivo para nosotros en términos de velocidad punta, pero siempre está bien sentir la atmósfera de los aficionados, que son muy pasionales allí”, explicó.