El verano de Carlos Sainz ha sido de lo más inusual. Por momentos parecía que su futuro en Fórmula 1 estaba muy negro, con un hipotético fichaje de Esteban Ocon por Renault, y en otros, incluso se le abrió la puerta del que actualmente es el tercer mejor equipo de la categoría.

La marcha de Daniel Ricciardo del que ha sido su equipo en las últimas temporadas dejaba una golosa vacante, y Sainz, sin hueco en Renault y con lazos contractuales con Red Bull, era uno de los candidatos a ocupar ese asiento.

Durante este periodo, fueron varios medios los que publicaron que Sainz no regresaría a Red Bull, quizás ya conocedores del deseo (y la posibilidad real) del piloto de recalar en McLaren, afirmando que se trataba de un veto impuesto por Max Verstappen, que de ninguna manera querría enfrentarse al piloto español con el que ya compartió espacio en Toro Rosso.

En cualquier caso, Sainz ha negado dicho veto, catalogándolo de invención: “No sé de donde viene algo así porque Max es un piloto con el que tengo una relación excelente”, afirmó ex de Red Bull, actual piloto Renault y futuro piloto de McLaren.

El madrileño se mostró agradecido a su anterior equipo: “Solo puedo estar agradecido a Red Bull por darme la oportunidad de llegar a la Fórmula 1 y dejarme pilotar para varios equipos. El hecho de que no esté en un Red Bull el próximo año no significa que nunca vaya a suceder, concluyó el piloto español, cuyos lazos contractuales con Red Bull finalizarán a final de la presente temporada.