El equipo Red Bull consideró de forma seria fabricar su propio motor cuando llegaron los problemas con Renault a partir de la entrada de los V6 Turbo en 2014. Sin embargo, Helmut Marko ha señalado que pronto se dieron cuenta de que tal esfuerzo no les merecería la pena.

"Lo valoramos, pero nos dimos cuenta muy rápido que eso no era para Red Bull", ha dicho Marko. "Esto fue cuando tuvimos el primer test en 2014. Lo miramos e investigamos al respecto pero los costes y la complejidad…no estamos hablando de un motor, estamos hablando de una unidad de potencia que es mucho más complicada y estas normativas de motores están equivocadas. Es demasiado caro, es una conducción de ingeniería, no hace el ruido que necesitas y el piloto es más o menos un pasajero", ha proseguido.

"Los costes son enormes. Estamos hablando de alrededor de 250-300 personas sólo para desarrollar un motor y no sabemos cuánto va a durar esa normativa", ha añadido.

Así, ya con la idea descartada de fabricar su propio motor, Marko ha insistido en que tienen alternativas para cuando finalice su contrato actual con Renault. "Tenemos opciones. No vamos a estar sin motor el próximo año. Tenemos una opción, pero queremos un motor competitivo, uno con el que puedas rodar delante, con el que puedas ganar. Sigue habiendo discusiones para igualar la potencia un 2% o introducir el motor independiente. Veremos que pasa con la normativa y vamos a ver el desarrollo que sigue el motor TAG Heuer que estamos utilizando esta temporada", ha concluido.