El equipo Mercedes tomó el relevo del equipo campeón en 2009, Brawn GP, buscando la continuidad del proyecto que creó Ross Brawn aquel año. Sin embargo, la marca de la estrella tan sólo ha conseguido una victoria desde su vuelta al Mundial –cortesía de Nico Rosberg en el pasado Gran Premio de China–.

Zetsche mantiene la idea de que el problema no reside en el rendimiento de sus pilotos y admite que la llegada de Michael Schumacher colocó en el equipo unas expectativas innecesarias en ese momento por las incógnitas sobre el rendimiento del monoplaza, en un proyecto que estaba prácticamente naciendo.

"Sería completamente erróneo culpar a Nico o a Michael, ya que no hemos sido capaces de proporcionarles un coche que fuese capaz de ganar la mayoría de las carreras en los últimos tres años", comentaba Zetsche al diario Bild a raíz de la decisión de fichar a Lewis Hamilton como pareja dl joven alemán en 2013. "Con el motor hemos sido competitivos, pero no con el monoplaza".

La realidad es que el heptacampeón del mundo sólo ha conseguido un podio desde que volviese a la Fórmula 1 –en Valencia esta temporada– y se ha visto superado regularmente por su compañero de equipo, Nico Rosberg, en las tres temporadas que llevan compartiendo box. Pese a todo, el presidente de Daimler no tiene problemas con el estado de forma del Kaiser.

Después de clasificarse cuarto en el Mundial de Constructores el año pasado, 2012 se presentaba como un gran año para Mercedes tras ser uno de los equipos a batir en el primer tercio de Campeonato, pese a los problemas con los neumáticos Pirelli. Su doble S-Duct les aportaba un beneficio en las rectas que les hacía imparables en las zonas de DRS de cada circuito. Sin embargo, la evolución de sus rivales ha doblegado el ingenioso invento de los de Brackley. Además, han sido superados con holgura por el equipo Lotus, y ahora Sauber se encuentra al acecho de su quinta posición a 35 puntos de distancia.

Por eso, el equipo alemán han puesto 'toda la carne en el asador' con la contratación de Hamilton y la llegada de Niki Lauda para ayudar en la dirección del equipo, un departamento que podría apuntalar el propio Schumacher si decidiese retirarse de las carreras.

"Llamé a Michael el día en que se anunció la decisión para hablar con él y tuvimos una charla muy positiva", señalaba Zetsche

Ahora el heptacampeón tiene que decidir su futuro de cara al próximo año. Además del mencionado puesto en la directiva de Mercedes, se le coloca como piloto oficial del equipo Sauber pero, ante todo, ha declarado que su motivación y su conducción seguirán intactas hasta la última prueba.

"Mi motivación está completamente intacta tras las noticias de la última semana, especialmente porque Suzuka es uno de los mejores momentos de la temporada para mí", afirmaba de cara al Gran Premio de Japón de este fin de semana donde tendrá diez puestos de penalización en parrilla tras su incidente con Jean-Eric Vergne en Singapur. "El circuito tiene secciones que te retan como ninguna otra y los fans aman el automovilismo, es divertido sentir su pasión", finalizaba.