Muchos han sido quienes durante la pretemporada han comentado —entre ellos Martin Brundle— que Lewis Hamilton no debería haber dejado McLaren sin una garantía de éxito y de tratamiento preferente. Aunque Mercedes este año ha empezado con buen ritmo, en 2012 las flechas plateadas terminaron quintos en la Clasificación Mundial de Constructores, con una sola victoria protagonizada por Nico Rosberg en el GP de China y un tercer puesto de Michael Schumacher en el GP de Europa.

"Por supuesto, Lewis quiere competir. En las negociaciones contractuales que tuvimos con Lewis, nunca mencionó el tema de quién era número uno y quién número dos", ha explicado Ross Brawn en declaraciones a Sky Sports.

"Todo lo que él quiere es igualdad. Quiere el mismo tratamiento, la misma oportunidad y es genial que tenga la confianza y ese enfoque de que no quiere favoritismos. Sólo quiere igualdad y creo que es por eso por lo que Lewis se sintió un poco incómodo".

Sobre el GP de Malasia, donde lasórdenes de equipo fueron evidentes tanto para Red Bull como para Mercedes, el jefe de equipo de las flechas plateadas ha insistido en que ambos W04 tenían poco combustible, por lo que intentaron que sus pilotos cuidaran al máximo este detalle.

"No me gusta tener que tomar esas decisiones, pero desde un punto de visto técnico habríamos sido muy tontos si hubiéramos terminado sin gasolina en los dos coches", ha añadido Brawn al tiempo que explicaba lo ocurrido en la última parte de la carrera con sus dos pilotos. "Creo que lo que no se ha apreciado por ahora, es que tuvimos una situación con el combustible que se desarrolló en ambos coches. No estábamos cómodos con ninguno de ellos y yo podía ver un escenario con ambos pilotos compitiendo el uno contra el otro duramente, por lo que es difícil gestionar el combustible con una lucha sin respiro con tu compañero de equipo"

Ross Brawn ha dejado caer que en la cúpula directiva de Mercedes no comulga con decisiones como la de Sepang, al tiempo que aclara que tiene total libertad para dar este tipo de órdenes desde el muro

"No me gusta dar las órdenes que di en Malasia, no es mi naturaleza deportiva y el equipo ha demostrado varias veces en el pasado que estamos muy contentos de dejar a nuestros pilotos correr el uno contra el otro, pero tuve que tomar una decisión desde el muro sobre lo que íbamos a hacer", ha confesado. "Ahora Niki (Lauda) y Toto (Wolff) podrían no estar de acuerdo con ello, pero tenía toda la información, tenía todos los hechos. Tuve lo que sentí que era toda la información para tomar la decisión correcta y ellos no. Creo que ambos reconocieron tras la prueba que esa fue la decisión correcta".

Así, Brawn ha aclarado que seguirá trabajando como hasta ahora, tomando las decisiones importantes en el equipo y siendo consecuente con los aciertos y en los errores, aunque confía en que sean más de los primeros:

"Soy claro a la hora de tomar las decisiones que tenga que tomar, estoy contento de justificarlas y levantaré la mano si tomo una decisión equivocada , pero alguien tiene que tomar estas decisiones, no puedes tomarlas con un grupo o comité, no hay tiempo. No voy a hacerlo siempre correctamente; si puedo lograrlo el 70% o el 80% del tiempo, entonces lo estoy haciendo bien"