En 2011 la Fórmula 1 desembarcó en la India, en el Circuito Internacional de Buddh, diseñado, cómo no, por Hermann Tilke. Si bien el trazado presentaba puntos interesantes, muchos lo recordarán por aquél circuito en el que nunca se veía la luz del sol y en la que se daban indicaciones tan curiosas como la de no hacer deporte al aire libre o no comer fuera de los hoteles.
Aunque el acuerdo para la celebración del Gran Premio se extendía hasta el año 2015, 2013 fue el último año en que se celebró el evento por la controversia generada debido a cómo el gobierno indio quería tratar los impuestos, no solo los referentes a la FOM sino incluso sobre los pilotos, algo que no sucede en otros países del mundo y que incomodó fuertemente al Gran Circo.
El Gobierno indio siempre consideró que la base de los negocios de todo lo acontecido durante el Gran Premio era la India, a pesar de que FOM fuese una empresa extranjera o que los pilotos tuvieran una residencia fuera del país. Se buscaba gravar no solo el dinero que promotores pagaron a la FOM sino también el que supuestamente se había generado por la actividad del fin de semana, lo cual presentaba problemas más allá del pagar una tasa.
El tema en cuestión ha ido pasando por los juzgados a base de apelaciones y recursos hasta que finalmente el Tribunal Supremo de Delhi ha dado la razón al gobierno, confirmando que la Fórmula 1 deberá pagar impuestos por lo ocurrido durante esos tres Grandes Permios, tal y como informa la versión india de Motorsport.com.
Falta acordar el porcentaje a gravar, que podría estar en torno al 40%, lo cual supondría un fuerte perjuicio económico tanto para promotor como para la Fórmula 1, si es que esta decide responder por estas obligaciones fiscales y no únicamente pasarle la patata y la empresa local, Jaypee Group
