Pero a pesar de las mejoras, Alonso sólo consiguió una victoria, mientras que su compañero de equipo, Felipe Massa, no logró ninguna. Para Alonso, la cuestión es simple: "El problema es que nos hemos encontrado con un coche Red Bull muy dominante, y también a un súper Vettel, y la combinación de los dos nos hace imposible luchar por el campeonato".

El bicampeón mundial español confiesa que en 2010, cuando estuvo a punto de lograr su tercer cetro, cometió demasiados errores, de pilotaje incluidos: "El año pasado me salté la salida de China, y un choque en Mónaco no me permitió clasificarme". Por eso, explica a The New York Times que esta temporada ha intentado minimizar sus consecuencias: "Los pilotos siempre cometen errores, pero este año he intentado evitar los mayores errores que cometí el año pasado, y he intentado cometer sólo pequeños errores que la gente no ve".

La sequía de victorias causa un gran pesar en Maranello, un equipo que Fernando asegura vive para triunfar: "Este equipo ha nacido para ganar, y en el ADN de cada persona del equipo está el gen de la competición y pasión por el automovilismo. Así que hay que readaptar la organización si se quiere ser tan dominante como lo fue Ferrari en la última década".

La temporada 2012 se presenta a priori más competitiva para Ferrari, con el cambio de reglamentación técnico, y Fernando Alonso espera aprovechar la situación: "Obviamente, el año que viene el objetivo es volver a ser campeón mundial. Para el equipo Ferrari y para un piloto Ferrari no hay otros objetivos, pero antes de que empiece la temporada". Pese al duro trabajo y a las decepciones, Fernando no se ve en otro equipo: "No creo que sea posible estar en otro lugar que no sea Ferrari; me gusta su forma de pensar. Los italianos y los españoles tenemos culturas parecidas y parecido sentido del humor".