- Los 30 coches más bonitos de la historia de la automoción
- Los 15 clásicos europeos más populares en Instagram
- 10 eventos imprescindibles para amantes de los clásicos
La cultura del "comprar, tirar y volver a comprar" parece tener los días contados en la Unión Europea, y ello también se aplicará sobre los automóviles. El Parlamento de la UE ha aprobado estos días por 584 votos a favor, 3 en contra y 14 abstenciones, una iniciativa para reforzar e incentivar el llamado derecho a la reparación, que no es sino la opción que pueden ejercer los consumidores para exigir la reparación de su dispositivo o, en nuestro caso, de su vehículo antiguo ante el fabricante o el taller.
Así, el texto aprobado por Bruselas aclara y establece obligaciones a los fabricantes para que ofrezcan servicios de reparación rentables, informando de este derecho a los clientes que estén sopesando esta opción. Asimismo, la garantía legal sobre dichas reparaciones se extiende por un año más.
Luz verde a los recambios usados y la impresión 3D
Para los propietarios de coches antiguos o clásicos, que cada vez encuentran más dificultades para solucionar las averías de sus vehículos, esta nueva normativa trae consigo varias potenciales ventajas.
La primera es que obligará a los fabricantes a asumir las reparaciones siempre que éstas sean técnicamente posibles y el cliente las solicite, prohibiendo de paso recurrir a cualquier tipo de cláusula contractual o técnica como excusa para impedirlas o denegarlas. Del mismo modo, la UE prohibirá a los fabricantes y talleres negarse a reparar el coche únicamente por motivos económicos o, cuando sea el caso, porque anteriormente fue reparado por un tercero.
Para los entusiastas del hágalo usted mismo que prefieran acometer la reparación por su cuenta, el fabricante deberá ofrecer los recambios y herramientas necesarios a precios razonables. Y lo que es más interesante: no podrá impedir que un particular o un taller independiente utilicen recambios de segunda mano o piezas impresas en 3D, dos soluciones muy socorridas cuando el vehículo en cuestión tiene muchos años a sus espaldas.
Por último, en aras de facilitar este derecho a reparar, la UE se compromete a crear una plataforma online que ayudará a los consumidores de cada país de la Unión a encontrar talleres, vendedores de productos reacondicionados, compradores de artículos defectuosos o iniciativas comunitarias dedicadas a las reparaciones.