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Ringbrothers es uno de los preparadores más en forma cuando se trata de crear restomods de algunos de los clásicos americanos más célebres, aunque a veces este año en el SEMA nos sorprendan también con un Rolls-Royce clásico con motor americano sobrealimentado. Eso no quiere decir que, como suele ser costumbre, sus clásicos más populares hayan faltado en esta ocasión a una cita como esta. De hecho el nuevo Dodge Charger de Ringbrothers es una ambiciosa propuesta por aspecto y cifras que incluso llega con nombre propio: 'Tusk'. El Charger del 69 que dejaría con la boca abierta al mismísimo Dominic Toretto, porque a su estilo clásico pero revisado a los tiempos modernos se suma el colosal Hellephant V8 de 6.2 litros que hace que esta belleza sea capaz de ofrecer hasta 1.000 CV de potencia.
Un nuevo bandolero que alcanza los 1.000 CV
Para llevar al mundo a 'Tusk' e instalar semejante corazón nuevo, la gente de Ringbrothers comenzó por reforzar los cimientos del mismo coche. Para ello emplearon un chasis totalmente nuevo personalizado por Roadster Shop con una suspensión revisada con amortiguadores Fox RS SV, suspensión trasera independiente, barra estabilizadora delantera y un ancho de vías ampliado, además de adelantar unos centímetros las ruedas delanteras.
Todo ello para poder alojar este nuevo Hellephant capaz de ofrecer 1.000 CV de potencia y 1.288 Nm de par máximo directo a las ruedas traseras a través de una transmisión manual de seis velocidades Bowler Tremec T-56 Magnum con un eje de transmisión de fibra de carbono QA1 REV Series y una parte trasera Ford de 9 pulgadas de Strange Engineering. Como dicen que la potencia sin control no sirve de nada, menos aún con semejantes cifras, Ringbrothers también ha añadido un sistema de frenos a la altura con un juego de Baer Extreme 6S con pinzas de seis pistones.
Por supuesto todo este despliegue de prestaciones se ha acompañado de un estilo a la altura que si bien puede parecer conservador más allá del tono dorado en franjas y las nuevas llantas HRE que actúan de contraste a su negra y elegante carrocería, esconde bastantes retoques. Por ejemplo el frontal presenta fibra de carbono y una nueva moldura cromada y también hay nuevos paragolpes y spoiler delantero, pasos de rueda extendidos, nuevos revestimientos para las puertas y unos paneles inferiores rebajados.
Incluso el interior luce muchísimo más elaborado y lujoso, completamente retapizado y con nuevos indicadores, un volante personalizado y modernos sistemas HVAC Vintage Air y un JL Audio, para que Toretto siga poniendose 'Bandolero' de Don Omar con la mejor calidad posible.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
