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Ya lo adelantó el máximo responsable de la marca, Olivier François: el Abarth 500e es un coche "políticamente incorrecto" y lo cierto es que gracias a su carácter y originalidad no deja indiferente, tanto a quien lo conduce como a quien lo ve, dado que no pasa desapercibido, sobre todo si se opta por los colores disponibles más llamativos.
El Abarth 500e parte de la base ya conocida procedente de Fiat, pero incluye modificaciones que influyen en su comportamiento como son un ancho de vías superior, seis centímetros más en cada eje, y también una batalla alargada en 2,4 cm, aunque el coche continúa siendo pequeño. Mide solo 3,63 metros de largo. Está disponible en versiones con carrocería hatchback (denominada por la marca Turismo) y cabrio.
Abarth 500e: eléctrico y deportivo
Desde el punto de vista estético, además de por la originalidad de su gama de colores (está disponible en cinco tonos, Blanco Antidore, Negro Venom, Rojo adrenalina, Verde Acido o Azul Poison) el Abarth 500e ofrece una carrocería con líneas angulosas que enfatizan su línea y no dejan lugar a dudas de que estamos ante un coche deportivo.
El frontal enfatiza las nuevas cotas con un paragolpes agresivo y. una parrilla cerrada, aunque en la parte inferior se incluye una rejilla, como si de un coche de combustión se tratase. En el lateral destacan unas llantas que pueden ser de 17 ó 18 pulgadas, en este último caso con un diseño completamente nuevo en aspas abiertas y terminadas en el centro con una tapa que alberga el escorpión y protege el acceso a los tornillos. La vista posterior se completa con un pequeño spoiler colocado en la parte alta del techo. La ausencia de escape confirma que estamos ante un coche eléctrico.
En el habitáculo, destaca el carácter 100% deportivo con otros más orientados al confort como el tejido alcantara. Frente al conductor hay dos pantallas, una para el sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de 10,25 pulgadas y otra tipo TFT de siete con gráficos Abarth.
La posición de conducción viene determinada por unos asientos tipo bacquet que resultan justos si la talla del conductor supera la media, aunque sujetan muy bien en conducción deportiva y son muy adecuados para el carácter del coche. Parece también que por fin ha desaparecido ese exceso de altura en la postura.
El conductor está perfectamente integrado, con toda la instrumentación a la vista y una buena visibilidad frontal y lateral, aunque la posterior está condicionada por el diseño de la luna, pero el coche dispone de cámara de marcha atrás para facilitar las maniobras de aparcamiento.
Otro punto que destaca es el volante, con un diseño específico de tres radios y achatado en la parte inferior. Combina el cuero con la piel vuelta y remates en aluminio, con un acabado que resulta muy atractivo, tanto por diseño como por calidad de los materailes y ajustes. Por último, el maletero mantiene la capacidad de 185 litros, justa, pero dadas las dimensiones del coche tampoco se puede optar a más.
Abarth 500e -fotos-
Tanto el conductor como el resto de los ocupantes pueden disfrutar de un sistema de sonido JBL con siete altavoces colocados de forma estratégica. Hay parejas de tweeters, midwoofers, y altavoces de rango completo de puerta trasera que se completan con un subwoofer troncal, además de un amplificador de ocho canales con una potencia de 320 vatios.
En cuanto al motor, tiene una potencia de 114 kW, 154 CV, cifra que se traduce en una agilidad notable y buenas recuperaciones, aunque la velocidad máxima está autolimitada a 155 km/h por motivos de protección del motor eléctrico. Como es habitual en los propulsores eléctricos la entrega de potencia es lineal y contundente desde el inicio de la marcha, y la sensación de fuerza disponible resulta muy agradable.
Test de conducción en circuito
Incluye una batería de 42 kWh que proporciona una autonomía de 265 kilómetros y la posibilidad de una carga rápida de hasta 85 kw, que permite en menos de cinco minutos contar con una reserva de energía suficiente para recorrer alrededor de 40 kilómetros.Si se dispone de 35 minutos, la carga rápida alcanza el 80% de la capacidad de la batería.
El conductor cuenta con tres modos de conducción que se centran en el rendimiento. Denominados Turismo, Scorpion Street y Scorpion Track estas son sus características:
- Turismo: permite una aceleración más suave y una menor potencia para optimizar la eficiencia y de este modo la autonomía.
- Scorpion Street: ofrece un rendimiento superior al tiempo que maximiza la frenada regenerativa.
- Scorpotion Track: es el más deportivo y está diseñado para aquellos que buscan el máximo rendimiento.
Tanto en el modo Turismo como en el Scorpion Street, se ofrece la función One Pedal Driving, que permite conducir prácticamente con un solo pedal (el del acelerador) para mejorar el comportamiento. El coche desacelera cada vez que se levanta el pie, lo que permite aminorar la marcha sin siquiera tocar el pedal del freno, y recuperar de esta forma la energía cinética que luego se convierte en electricidad para recargar la batería.
Comentario aparte merece el sonido. Abarth lo ha resuelto de forma parecida a lo que en hiciera Porsche con el Taycan, creando lo que los italianos han denominado Sound Generator. Se trata de un sofisticado sistema de altavoces unido a procesador digital de sonido que permite al 500e generar un rugido que imita el que producen los escapes Record Monza del 595 de combustión. Todo sincronizado con la presión que ejerce el conductor sobre el pedal del acelerador. Lo cierto es que está bastante logrado y hace las delicias de los conductores más quemados.
Para comprobar las cualidades dinámicas del Abarth 500e tuvimos ocasión de conducir tanto por carretera como en el circuito de pruebas de Stellantis situado en la localidad italiana de Balocco. Se trata de un trazado no muy rápido, pero perfecto para un vehículo como el Abarth 500e.
Gracias al mayor ancho de vías y distancia entre ejes el vehículo resulta más estable que el Abarth 695, a lo que se añade un centro de gravedad más bajo por la ubicación de las baterías. Estas características mejoran la estabilidad del coche, sin que apenas se pierda agilidad, a lo que se añade el peso más elevado de esta versión, que mejora el aplomo.
La entrega de potencia del motor es muy lineal. Disponible desde el inicio de la marcha permite disfrutar mucho al volante, sobre todo en un entorno seguro como es un circuito. Los cambios de trayectoria resultan rápidos, la carrocería apenas balancea y el comportamiento es más predecible que en el 695, mucho más nervioso en conducción deportiva.
El sistema de frenos unido a la mayor deceleración que ofrecen este tipo de motores eléctricos permite apurar más en las deceleraciones y enlazar una curva con otra de forma más agil. En estas circunstancias si se pisa el pedal del acelerador con decisión se pueden producir algunas pérdidas de tracción, aunque perfectamente controlables.
El nuevo Abarth 500e ya está disponible desde 38.600 euros, aunque todavía hay stock para las versiones (tanto cerradas como descapotables) de lanzamiento denominadas Scorpionissima que incluyen un equipamiento especial, por un precio de 43.000 y 46.000 euros, respectivamente.
A favor: originalidad, estética, agilidad, motor.
En contra: habitabilidad, anchura bacquets, precio.
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